El Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant) de la República Dominicana ha implementado una normativa que establece una doble tributación en la renovación de la licencia de conducir para personas mayores de 65 años. Esta medida implica que los conductores de la tercera edad deben renovar su licencia cada dos años, por un precio de mil 900 pesos, mientras que aquellos que tienen menos de esa edad pagan el mismo monto pero por una validez de cuatro años. Esto ha generado críticas y acusaciones de discriminación hacia los envejecientes.
Según el reglamento de la Ley 63-17 de Movilidad, Transporte Terrestre, Tránsito y Seguridad Vial, las licencias de conducción de las categorías 01, 02 y 05 tienen una validez de cuatro años hasta que el titular cumpla los 65 años. A partir de esa edad, la vigencia se reduce a dos años. Sin embargo, a pesar de esta normativa, a los conductores de 65 años en adelante se les obliga a renovar su licencia dos veces cada cuatro años, lo que implica un costo adicional de mil 900 pesos en comparación con quienes tienen menos de esa edad.
La aplicación de esta medida ha generado indignación entre los conductores afectados, quienes consideran que si se les está otorgando una licencia válida solo por dos años, el costo debería ser proporcionalmente menor. La renovación de la licencia ahora implica la realización de exámenes para evaluar la vista, la audición y la salud general del conductor. Al acudir al proceso de renovación, se informa al conductor de edad avanzada que únicamente se le emitirá una licencia válida por dos años, al mismo precio que la de cuatro años.
Además de los exámenes de salud, el conductor debe presentar los documentos requeridos, como el impuesto del banco, la cédula de identidad y la licencia a renovar. Posteriormente, se le realiza un examen oral, físico y de salud en una oficina del Intrant para determinar si está apto para recibir la licencia renovada. Esta nueva normativa ha generado controversia y provocado confusión entre los conductores de la tercera edad, quienes consideran que se les está discriminando al aplicar una doble tributación en el proceso de renovación de la licencia de conducir.
