Tras días de protestas y descontento, el presidente Luis Abinader anunció el retiro de la reforma fiscal en República Dominicana. Esta reforma pretendía aumentar las retenciones sobre honorarios y premios de juegos de azar, eliminar incentivos al turismo, modificar artículos para subir impuestos y reestructurar el impuesto sobre la propiedad. Sin embargo, la reforma no logró avanzar y fue retirada, siguiendo ejemplos de otros países de América Latina.

En Colombia, la reforma fiscal intentada en 2021 fue recibida con violencia y polémica. La imposición de un impuesto del 10% a los ingresos de personas a partir de cierto umbral y el aumento del IVA a productos básicos generaron protestas que resultaron en al menos 19 muertos y más de 800 heridos. Ante esta situación, el presidente Iván Duque tuvo que retirar la reforma. En contraste, en 2006, Uruguay implementó una reforma fiscal que no buscaba aumentar la recaudación, sino incentivar la inversión y disminuir los impuestos indirectos al consumo.

En Chile, una reforma fiscal en 2014 aumentó la equidad en el sistema tributario, haciendo que las personas con más ingresos aportaran más a la recaudación. La medida se centró en subir los impuestos a las empresas y reducirlos para las personas, logrando un impacto positivo en la distribución del ingreso. En el contexto de América Latina, es urgente implementar reformas fiscales para abordar la desigualdad y la pobreza estructural en la región, según el economista Ricardo Martner.

El economista dominicano Juan Ariel Jiménez sugiere reducir la evasión fiscal como una forma de aumentar la recaudación sin afectar a la clase media. En países como Perú y Australia, la fusión de entidades tributarias y aduaneras, así como el uso de tecnología avanzada como inteligencia artificial, ha permitido reducir la evasión y mejorar la recaudación fiscal. Jiménez destaca el caso exitoso de Brasil, que implementó un programa de incentivos para pedir facturas que redujo significativamente la evasión.

En conclusión, las reformas fiscales en América Latina han tenido diferentes impactos y desafíos. Mientras algunas medidas han aumentado la equidad tributaria y beneficiado a la clase media, otras han resultado en protestas y violencia. La clave para una reforma exitosa parece ser el enfoque en reducir la evasión fiscal, implementando tecnologías y estrategias creativas como incentivos para pedir facturas. La experiencia de otros países puede servir de guía para abordar los desafíos fiscales en la región.

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