La refinería de Curazao ha reabierto tras cinco años de cierre con la expectativa de recibir petróleo de Venezuela. Esta reapertura ha sido posible debido a la flexibilización de las sanciones de Estados Unidos contra Caracas, aunque esta medida podría revertirse en dos semanas. El crudo pesado de Venezuela ha sido tradicionalmente vital para esta refinería, operada por más de 30 años por la estatal PDVSA. Sin embargo, las sanciones impuestas a Venezuela han dificultado las negociaciones para encontrar empresas extranjeras dispuestas a invertir en la reactivación de la Refinería di Korsou (RdK), diseñada especialmente para el crudo venezolano.

A pesar de ser el país con las mayores reservas probadas de petróleo en el mundo, Venezuela produce actualmente solo unos 800,000 barriles diarios, una cifra que representa una cuarta parte de la producción de hace más de una década. La incertidumbre sobre el futuro de las sanciones impuestas por Estados Unidos genera preocupación en la refinería de Curazao, ya que su operación depende en gran medida del crudo venezolano. Las elecciones presidenciales en Venezuela en julio son cruciales, ya que Washington amenaza con reimponer sanciones si no se garantiza un proceso electoral transparente.

Aunque las licencias para negociar crudo venezolano vencen en abril, los expertos consideran poco probable que la administración de Joe Biden revierta la flexibilización de las sanciones debido a la crisis energética global. El reinicio de operaciones de la refinería es estratégico a nivel regional, ya que busca retomar su rol como puerto de tránsito de crudo y combustibles en el Caribe hacia mercados internacionales. Con la paralización de otras refinerías en la región y las limitaciones del sistema de refinado venezolano, la refinería de Curazao podría convertirse en un actor clave en el mercado.

La refinería de Curazao, que tiene la capacidad de refinar 360,000 barriles diarios, fue operada por PDVSA entre 1985 y 2019. Tras la finalización del contrato de concesión, la RdK y PDVSA firmaron un convenio en diciembre para que la estatal venezolana pague una deuda de 450 millones de dólares con crudo. PDVSA, con problemas de caja y una deuda total de 15,000 millones de dólares, ha optado por saldar deudas con petróleo, un modelo aplicado también con otras compañías petroleras internacionales.

La RdK está explorando nuevas oportunidades de negocio, como la producción de asfalto en asociación con la estadounidense Global Oil. Además, ha firmado un acuerdo preliminar con Oryx Petroleum de Catar para reabrir áreas del complejo y trabajar con petróleo de Venezuela. A pesar de las posibles amenazas de un endurecimiento de las sanciones, la RdK se muestra optimista y ha desarrollado planes alternativos para garantizar su operación y crecimiento a largo plazo. La reactivación de la refinería de Curazao es vital tanto para la economía local como para el mercado energético regional.

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