La República Dominicana y Haití protagonizaron un enfrentamiento diplomático en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debido a las deportaciones masivas de haitianos desde República Dominicana. El embajador haitiano en la ONU expresó su preocupación por estas acciones, calificándolas como violatorias de los derechos humanos y de las leyes internacionales, solicitando apoyo internacional para detenerlas. Según él, esta situación pone en aprietos a Haití y afecta las relaciones bilaterales entre ambos países.

Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de República Dominicana justificó las deportaciones debido al flujo constante de migrantes irregulares en el país y por los riesgos de violencia generados por el crimen organizado en Haití. Señaló que las deportaciones evitan una migración irregular mayor, y ratificó la medida de deportar hasta 10,000 haitianos semanales en estatus irregular en República Dominicana.

El canciller dominicano resaltó el compromiso de su país con la Misión de Seguridad en Haití, brindando apoyo logístico y financiero, incluyendo la evacuación médica de los miembros de la misión que lo necesiten. En ocasiones anteriores, miembros heridos de la Misión han sido atendidos en hospitales dominicanos. El choque diplomático en la OEA también fue mencionado, recordando que las deportaciones masivas han sido motivo de discusión en diversas instancias internacionales.

En el Consejo de Seguridad de la ONU, se abordó la situación en Haití, describiéndola como extremadamente frágil, con nuevos picos de violencia aguda y acusaciones de corrupción en el gobierno. Se instó a las autoridades a centrarse en abordar la inseguridad, las reformas de gobernanza y los preparativos electorales. La violencia generada por bandas criminales en Haití ha llevado a más de 700,000 personas a desplazarse internamente en el país.

Los representantes en el Consejo expresaron alarma por la violencia de las bandas y resaltaron la necesidad de establecer una base sólida de seguridad en Haití, destacando el papel fundamental que desempeña la Misión de Apoyo en ese sentido. Se resaltó la gravedad de las violaciones de derechos humanos cometidas por grupos armados en Haití, especialmente contra niños. La comunidad internacional reconoce la importancia de restablecer las instituciones democráticas en el país y trabajar en conjunto para enfrentar los desafíos presentes.

La tensión entre la República Dominicana y Haití a raíz de las deportaciones masivas continúa generando controversia y protagonizando debates en instancias internacionales. Es crucial encontrar soluciones que respeten los derechos humanos de los migrantes y aborden la situación de inseguridad en Haití, colaborando de manera efectiva entre ambos países y con la comunidad internacional para lograr avances significativos en la región.

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