El expresidente de Ecuador Rafael Correa ha acusado al actual mandatario, Daniel Noboa, de ser un tipo malo y sin escrúpulos que está dispuesto a hacer cualquier cosa para alcanzar sus propósitos, como su reelección en los próximos comicios. Correa mencionó el caso del exvicepresidente Jorge Glas, quien fue capturado en la Embajada de México en Quito por orden de Noboa, a pesar de contar con asilo diplomático. Según Correa, Noboa buscó una reunión con él, la cual nunca aceptó, y lo calificó como un tipo capaz de todo, con el aplauso de la comunidad internacional.

Correa también manifestó sus preocupaciones sobre posibles trampas en las elecciones, como inventar un presunto maquillaje de cifras de criminalidad durante su mandato o información falsa sobre la relación de corrupción entre él y Jorge Glas. En este sentido, mencionó temores sobre la seguridad física de Glas dentro de la cárcel. A pesar de todas estas adversidades, Correa se mostró optimista sobre la posibilidad de ganar las elecciones, argumentando que la verdad prevalecerá, aunque reconoció que las injusticias sufridas por él y Glas han tenido consecuencias graves en sus vidas y en la reputación de ambos.

El exmandatario también destacó la situación crítica que atraviesa Ecuador en cuanto a problemas económicos, una recesión, una crisis energética con apagones programados y un aumento de la violencia criminal. Correa comparó esta situación con la obra de Franz Kafka, "La metamorfosis", y señaló que Ecuador ha sufrido una destrucción profunda y rápida sin estar en guerra o bajo bloqueo. Ante esta realidad, Correa consideró que Revolución Ciudadana debe ganar las elecciones de 2025 por el país y por su supervivencia, destacando la importancia de obtener una victoria contundente para contrarrestar posibles trampas en el proceso electoral.

Correa expresó preocupación por la pérdida de generaciones en Ecuador durante los últimos siete años, desde que él dejó el poder, y advirtió sobre la acumulación de daños que esto ha causado al país. En este sentido, hizo un llamado a recuperar a Ecuador y detener la destrucción que ha ocurrido en este periodo. También cuestionó la transparencia del proceso electoral y la posibilidad de que las elecciones no se desarrollen de forma limpia, advirtiendo que el Gobierno actual es capaz de todo, como lo demostró en el caso de Jorge Glas. Correa finalizó señalando que enfrentan una lucha contra las trampas y la falta de valores en la sociedad, pero mantuvo la esperanza de que la verdad saldrá a la luz y prevalecerá en las elecciones.

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