En las noches electorales de Estados Unidos existe la remota posibilidad de que haya un empate de votos electorales entre los dos candidatos, lo cual sería un sueño para los apasionados de la política estadounidense. En las próximas elecciones del 5 de noviembre, la vicepresidenta y aspirante demócrata Kamala Harris se enfrentará al ex presidente republicano Donald Trump en unos comicios que se prevén muy ajustados y en los que no se puede descartar ningún escenario.

El presidente de Estados Unidos no se elige por el número de votos total obtenido a nivel nacional, sino que se utiliza el sistema del Colegio Electoral, en el que cada estado aporta un número determinado de votos electorales en función de su población. En total, el Colegio Electoral está compuesto por 538 votos electorales y se convierte en presidente quien logre al menos la mitad más uno, es decir 270 votos. Existe la posibilidad de que Harris y Trump empaten a 269 votos cada uno.

En caso de un empate a 269 votos entre Harris y Trump, la Constitución, concretamente en la Enmienda número 12, establece que la Cámara de Representantes sería la encargada de desempatar. En una sesión especial a partir del 6 de enero, cada delegación estatal tendría un voto para decidir quién se convertiría en el nuevo presidente. Actualmente, los republicanos controlan 26 delegaciones estatales en la Cámara de Representantes, lo que daría a Trump más opciones de ser presidente en caso de un empate con Harris.

La elección del vicepresidente entre el demócrata Tim Walz y el republicano J.D. Vance sería decidida por el Senado, donde votarían los 100 senadores y ganaría el aspirante que lograra 51 apoyos. Es posible que en este escenario el presidente y el vicepresidente fueran de partidos diferentes. Aunque nunca ha habido un empate en el Colegio Electoral en la historia, sigue siendo un escenario muy improbable pero no se puede descartar por completo.

Para que se dé un empate en el Colegio Electoral, se tendrían que dar ciertas combinaciones poco probables de victorias en estados clave como Nebraska, Maine, Míchigan, Pensilvania, Wisconsin, Arizona, Georgia y Carolina del Norte. A pesar de las tradiciones electorales de estos estados, es importante considerar que cualquier escenario es posible en política, y es crucial estar preparado para todas las posibilidades. En definitiva, un empate en el Colegio Electoral sería un escenario excepcional que podría definir con claridad la política estadounidense para los próximos años.

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