Cientos de dominicanos se congregaron el sábado en la Plaza de la Bandera, respondiendo a una convocatoria del movimiento "Antiguo Orden Dominicano" para exigir una mayor aplicación de la ley de inmigración por parte de las autoridades. Uno de los participantes, Vásquez, expresó su frustración, afirmando: "Nos llaman racistas por querer que se aplique la ley. Nuestros hospitales están abrumados con mujeres embarazadas, y las escuelas públicas están sobrecargadas de estudiantes haitianos indocumentados. No estamos en contra de la educación, pero debería ocurrir en Haití". Hernani Aquino, representante del grupo "RD por lo Alto", enfatizó que la protesta no tenía motivaciones políticas, sino que era "un acto de amor". Pidió medidas decisivas y duraderas para proteger la frontera y mantener la soberanía dominicana.
La manifestación se llevó a cabo en un ambiente pacífico, con los participantes portando banderas dominicanas y carteles con consignas como "Somos Pueblo". El movimiento "Antiguo Orden Dominicano" había convocado a la protesta a través de las redes sociales y buscaba concienciar sobre la importancia de hacer cumplir las leyes migratorias en el país. Aquino hizo un llamado a la unión de todos los sectores de la sociedad dominicana para trabajar juntos en la defensa de la nación. Destacó que la problemática migratoria no debería ser utilizada con motivaciones políticas, sino como un tema de interés nacional y respeto a las leyes.
La presencia de la población en la Plaza de la Bandera reflejaba una preocupación compartida por la situación migratoria en el país, con ciudadanos expresando su descontento ante la falta de acción por parte de las autoridades. Aquino subrayó la necesidad de establecer medidas efectivas y a largo plazo para garantizar la seguridad en la frontera y proteger los derechos de los dominicanos. La sobrecarga en los servicios públicos debido a la presencia de inmigrantes ilegales fue un tema recurrente entre los manifestantes, quienes exigían una pronta solución a la problemática.
La convocatoria a la protesta por parte del movimiento "Antiguo Orden Dominicano" marcó un hito en la lucha por un control fronterizo más estricto y una aplicación más rigurosa de las leyes migratorias en la República Dominicana. La participación masiva de ciudadanos, representantes de organizaciones y activistas reflejó un llamado a la acción y la necesidad de buscar soluciones urgentes para abordar la situación. Aquino reiteró que la protesta no era motivada por intereses políticos, sino por el amor a la patria y el deseo de protegerla de amenazas externas.
En medio de un clima de unidad y solidaridad, la Plaza de la Bandera se convirtió en un espacio de expresión ciudadana y llamado a la conciencia sobre la importancia de defender la soberanía nacional y hacer cumplir las leyes migratorias. La diversidad de opiniones y voces presentes en la manifestación reflejaba la complejidad de la problemática migratoria y la necesidad de encontrar soluciones equitativas y respetuosas. La protesta fue un recordatorio de la importancia de la participación ciudadana en la defensa de los intereses del país y el respeto a los derechos de todos los ciudadanos, independientemente de su origen.
Los participantes en la protesta demostraron su compromiso con la defensa de la legalidad y el respeto por las leyes, enfatizando la importancia de mantener un equilibrio entre la solidaridad hacia los migrantes y la protección de los derechos de los ciudadanos dominicanos. La movilización en la Plaza de la Bandera marcó un punto de inflexión en la conciencia pública sobre la problemática migratoria en el país, generando un debate sobre las medidas necesarias para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los habitantes. Aquino concluyó la protesta con un llamado a la reflexión y la acción conjunta para construir un futuro más justo y equitativo para todos.