Durante una declaración de prensa con el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, el presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, discutió los problemas actuales en Haití y los esfuerzos de la República Dominicana para gestionarlos. Abinader enfatizó la prioridad del gobierno de garantizar la seguridad de los dominicanos mientras intentaba normalizar las relaciones con Haití, que comparte la isla de La Española con la República Dominicana. La frontera entre los dos países ha estado mayormente cerrada durante un año, tras la decisión de la República Dominicana de restringir el acceso en respuesta a la construcción de un canal por parte de Haití para desviar agua de un río compartido. Actualmente, solo se comercian bienes esenciales y los vuelos entre las dos naciones permanecen suspendidos.

Abinader reconoció el apoyo de los Estados Unidos, incluido el despliegue de una fuerza de mantenimiento de paz en Haití, que espera ayudará a avanzar en la seguridad interna en Haití y posiblemente llevará a la reapertura de los viajes entre los países. Enfatizó que, aunque la República Dominicana ya no puede gestionar las crisis de Haití, su administración se enfoca en medidas de seguridad, incluida una pared fronteriza de 174 kilómetros y deportaciones continuas de haitianos. Solo en 2023, la República Dominicana deportó a 250,000 haitianos, una medida que Amnistía Internacional criticó como discriminatoria. Blinken reconoció el liderazgo de Abinader en abordar la corrupción y la gestión pública, y expresó la importancia de los esfuerzos regionales para ayudar a Haití a superar su crisis. Los dos líderes también discutieron la próxima Cumbre de las Américas, programada para celebrarse en la República Dominicana el próximo año.

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