Desde hace varias décadas, científicos de todo el mundo están preocupados por la evidencia de que las niñas entran en la pubertad a una edad mucho más temprana que las generaciones anteriores. El inicio de la adolescencia parece estar ocurriendo antes debido a cambios en la edad de la menarquia, menstruación y desarrollo mamario en las niñas. Por ejemplo, las niñas estadounidenses comienzan a menstruar hasta cuatro años antes que hace un siglo, con una edad promedio de inicio de la menarquia disminuyendo de 12,5 a 11,9 años en las generaciones más recientes.
Se ha observado la misma tendencia en todo el mundo, con un aumento alarmante de niñas que muestran signos de pubertad precoz. Este fenómeno parece ser aún más pronunciado en grupos de estatus socioeconómico más bajo y en minorías étnicas. Investigadores como Audrey Gaskins de la Universidad Emory de Atlanta están preocupados por las consecuencias a largo plazo del inicio precoz de la pubertad, ya que puede reducir la ventana de fertilidad y acortar la vida de estas mujeres. Además, se ha asociado la pubertad precoz con un mayor riesgo de enfermedades como cáncer de mama y ovario, obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares en la edad adulta.
Los científicos están tratando de comprender por qué se está acelerando el desarrollo infantil, y se han descubierto estudios que apuntan a que la contaminación atmosférica puede ser una causa sorprendente de pubertad prematura. Anteriormente se pensaba que la única causa era la obesidad infantil, pero investigaciones recientes han encontrado una relación entre la exposición a contaminantes como el dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno, monóxido de carbono y ozono con el adelanto de la pubertad. Estos contaminantes son liberados al aire a través de emisiones de vehículos, fábricas y otros procesos industriales.
En Corea del Sur, donde ciudades como Seúl, Busan e Incheon están entre las más contaminadas del mundo, se ha detectado una relación repetida entre la exposición a contaminantes y el adelanto de la pubertad. Estudios realizados por la Universidad Femenina de Ewha en Seúl han confirmado esta asociación, así como investigaciones en Polonia, otro país con problemas de contaminación atmosférica. La materia particulada fina (PM), partículas demasiado pequeñas para ser visibles pero liberadas al aire por diversas fuentes, también se ha vinculado con la pubertad precoz en niñas.
La exposición prolongada a hormonas sexuales como el estrógeno debido a la pubertad precoz puede aumentar el riesgo de desarrollo de tumores y cánceres reproductivos en la edad adulta. Se ha identificado una relación entre una mayor exposición a gases como el dióxido de nitrógeno y la aparición temprana de la menstruación en niñas. Esta nueva comprensión de las causas de la pubertad precoz plantea preocupaciones sobre la salud a largo plazo de las mujeres afectadas y la necesidad de abordar la contaminación atmosférica y otros factores ambientales que pueden estar contribuyendo a este fenómeno. Los científicos continúan investigando para comprender mejor estos procesos y encontrar soluciones para mitigar los impactos negativos en la salud de las niñas y mujeres afectadas.