En la República Dominicana, el sistema de partidos políticos ha experimentado un notorio deterioro, reflejado en otros países también. Esta erosión de los partidos políticos tiene consecuencias en la calidad de la democracia, pudiendo llevar al país a un colapso político y a la llegada al poder de un líder mesiánico. La historia del país ha estado marcada por episodios de ingobernabilidad, como en los años 60 con múltiples cambios de gobierno y una guerra civil. La falta de proyectos de nación, el incumplimiento de las ofertas políticas, la corrupción y la desconexión con la población son algunos de los factores que contribuyen a este deterioro.
La historia política de la República Dominicana muestra antecedentes de desorden y inestabilidad política, desde la era de Conchoprimo hasta la intervención norteamericana que instauró la tiranía trujillista. La carencia de proyectos nacionales, el incumplimiento de promesas, la corrupción y la desconexión con la realidad de la población han contribuido al deterioro de los partidos políticos en el país. La incapacidad de adaptarse a los cambios tecnológicos y a las demandas de una sociedad cada vez más urbanizada también afecta a los partidos.
La pérdida de confianza en los partidos políticos es un fenómeno global que se refleja también en la República Dominicana. La identificación de los ciudadanos con los partidos ha disminuido significativamente en las últimas décadas, lo que evidencia un desgaste y una pérdida de relevancia de estas organizaciones. Las elecciones de mayo demostraron el declive de partidos históricamente hegemónicos, como el PLD, el PRSC y el PRD, y el ascenso de nuevas fuerzas políticas como la Fuerza del Pueblo. La participación electoral y la abstención también reflejan un desgaste en el sistema de partidos.
El presidente Abinader ha logrado mantener a flote al Partido Revolucionario Moderno en medio del deterioro de los partidos políticos tradicionales. A pesar de las adversidades, ha mantenido una alta aprobación popular y ha logrado triunfos electorales significativos. El PRM ha ganado importantes posiciones en las elecciones municipales y ha consolidado su liderazgo en varias provincias. Abinader ha logrado llevar al PRM a un segundo mandato constitucional, convirtiéndolo en una fuerza importante en el panorama político actual.
Los cimientos de los partidos políticos en la República Dominicana se remontan a La Trinitaria, la organización clandestina que luchó por la independencia en 1844. Sin embargo, los partidos actuales no representan los intereses de la sociedad, sino más bien los de sus cúpulas. La comunicación entre los partidos y la población es deficiente, con políticos que desinforman y no conectan con las necesidades y aspiraciones de los ciudadanos. La falta de representatividad y conexión con la población contribuye al deterioro de los partidos políticos en el país.
