Familiares de menores de edad detenidos en Venezuela entregaron un documento a Unicef en Caracas para pedir la liberación de los 70 niños y adolescentes que siguen en centros de reclusión tras las protestas desatadas luego de las elecciones presidenciales del 28 de julio. Los familiares denuncian que los menores se encuentran en condiciones infrahumanas y piden ayuda urgente para su liberación, ya que consideran que están siendo detenidos de forma injusta.
Entre los familiares se encontraba Nérida Ruiz, cuyo hijo fue detenido el 31 de julio acusado de varios delitos, incluyendo terrorismo e incitación al odio. Katherine Martínez también relata el caso de su hija, de 17 años, quien fue detenida por estar en un grupo de WhatsApp, y enfrenta una posible condena de 10 años de cárcel por incitación al odio. Los familiares denuncian la arbitraria detención de los menores y las acusaciones infundadas en su contra.
En total, se informa en el documento presentado a Unicef que 142 menores fueron capturados en las protestas poselectorales, de los cuales 70 siguen detenidos en condiciones inhumanas. Los familiares de los menores acusados de terrorismo y otros delitos denuncian hacinamiento, falta de acceso a servicios básicos de salud y alimentación deficiente, así como la falta de protección frente a abusos físicos y psicológicos en los centros de reclusión. Solicitan la intervención de Unicef para verificar las condiciones en las que se encuentran los menores y para lograr su liberación.
El Gobierno venezolano informa que durante la crisis poselectoral se registraron 27 muertes, las cuales atribuye a la oposición, y más de 2.400 personas fueron detenidas. Por su parte, el antichavismo acusa a los cuerpos de seguridad del Estado de represión y violencia contra los manifestantes. Los familiares de los menores detenidos piden a Unicef que intervenga para garantizar el respeto a los derechos humanos de los menores y lograr su liberación lo antes posible.
Los familiares de los menores detenidos en Venezuela por su participación en protestas poselectorales entregaron un documento a Unicef en Caracas en el que denuncian las condiciones infrahumanas en las que se encuentran los menores en centros de reclusión. Aseguran que los menores están siendo injustamente detenidos y piden ayuda urgente para su liberación. También denuncian la falta de acceso a servicios básicos de salud, alimentación deficiente y la falta de protección frente a abusos físicos y psicológicos en los centros de detención.
Durante las protestas tras las elecciones presidenciales en Venezuela, 142 menores fueron capturados, de los cuales 70 continúan en centros de reclusión. Los familiares de los menores acusados de terrorismo e incitación al odio advierten a Unicef sobre la situación alarmante en la que se encuentran los niños y jóvenes detenidos. Piden a la agencia de la ONU que intervenga para verificar las condiciones en las que se encuentran los menores y para lograr su liberación lo antes posible. Los familiares relatan casos de menores detenidos injustamente y enfrentando acusaciones infundadas, como la participación en grupos de WhatsApp o el robo de una moto.
