El papa Francisco hizo un llamado a través de una carta en latín al secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, para pedirle que implore a la reina de la paz por el fin de la guerra en Ucrania y en todo el mundo. Esta solicitud se realiza en el contexto de un peregrinaje de católicos ucranianos de rito latino al santuario mariano de Berdychiv el próximo 21 de julio, donde Parolin estará presente para representar al pontífice. El objetivo de este viaje es llevar la bendición, benevolencia y cercanía del Vaticano en un momento extremadamente difícil para el pueblo de Ucrania.

El cardenal Parolin estará acompañado en su visita a Ucrania por dos sacerdotes, Ruslan Mykhalkiv y Andriy Lehovich, quienes forman parte de la diócesis de Kyiv-Zhytomir y el arzobispado de Lviv de los Latinos respectivamente. El santuario de Berdychiv, dedicado al culto mariano, es un destino tradicional de peregrinaciones donde los fieles acuden a rezar por la paz. En esta ocasión, la celebración conclusiva de la peregrinación de los católicos ucranianos de rito latino se llevará a cabo el 21 de julio en este lugar sagrado.

Ubicado en la provincia de Zhytomyr, al oeste de Kiev, el Santuario de Berdychiv atrae a peregrinos católicos de toda Ucrania y de otros países. Tras el inicio de la guerra en 2022, los visitantes han pedido con especial fervor la intercesión de la Virgen María para que la paz llegue a la nación ucraniana. Este lugar se ha convertido en un punto de encuentro para aquellos que buscan consuelo y esperanza en medio de un conflicto que ha traído sufrimiento y desolación a la región.

La visita de Parolin a Ucrania será la primera desde el inicio de la invasión rusa al país en febrero de 2022. A pesar de las dificultades y los peligros que implica este viaje, el secretario de Estado de la Santa Sede ha decidido mostrar su apoyo y solidaridad al pueblo ucraniano en este momento crucial de su historia. Este gesto de cercanía y fraternidad refleja el compromiso de la Iglesia Católica por la paz y la reconciliación en un mundo marcado por la violencia y la injusticia.

La presencia del cardenal Parolin y de los sacerdotes en el santuario mariano de Berdychiv es un signo de esperanza y de fe en medio de la oscuridad de la guerra. A través de la oración y la intercesión de María, los fieles buscan encontrar consuelo y fortaleza para superar las adversidades que enfrentan en estos tiempos difíciles. La fe en la Reina de la Paz les impulsa a creer en la posibilidad de un futuro mejor para su país y para el mundo entero, marcado por la reconciliación y el respeto mutuo entre todos los pueblos y naciones.

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