Osvaldo Virgil, el primer jugador dominicano en debutar en las Ligas Mayores de béisbol, falleció a la edad de 92 años. Nacido en Monte Cristi el 17 de mayo de 1933, Virgil comenzó su carrera en Grandes Ligas en 1956 y jugó para varios equipos como Detroit, Kansas City, Gigantes de Nueva York y Orioles de Baltimore. Su posición principal era la de tercera base, aunque también podía desempeñarse en los jardines. En sus 324 partidos en las mayores, bateó para un promedio de .231 con 14 jonrones y 73 carreras remolcadas.

Después de su carrera como jugador, Osvaldo "Ozzie" Virgil trabajó como preparador en varios equipos de Grandes Ligas, incluyendo San Francisco Giants, Montreal Expos, San Diego Padres y Seattle Mariners. También fue preparador de tercera base junto al ex manager del Salón de la Fama Dick Williams. En 1984 se convirtió en el primer dominicano en dirigir en las Grandes Ligas de forma interina, como mánager de los Padres de San Diego. En el béisbol dominicano, fue líder de bateo en la temporada 56/57 con los Leones del Escogido, y también dirigió a los Águilas y Toros del Este. En Venezuela, fue entrenador de los Tigres de Aragua, Tiburones de la Guaira y Cardenales de Lara.

Los detalles de la muerte de Osvaldo Virgil fueron confirmados por el comisionado nacional de béisbol, Junior Noboa. Virgil conectó su primer hit en Grandes Ligas siete días después de su debut en un partido contra los Phillies de Philadelphia, conectando un doble y dos sencillos contra Robin Roberts. La Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana lamentó profundamente su fallecimiento y destacó su importancia como pionero para muchos otros jugadores nativos que siguieron sus pasos en las Grandes Ligas.

Osvaldo Virgil deja un legado importante en el béisbol dominicano y en el béisbol de las Grandes Ligas, siendo recordado como una figura destacada del deporte. Con su histórica hazaña de ser el primer dominicano en jugar en las Ligas Mayores, abrió el camino para muchos otros jugadores talentosos de la República Dominicana. Su carrera como jugador y entrenador deja una huella imborrable en la historia del béisbol, tanto en su país natal como en otros países donde dejó su marca con su conocimiento y experiencia en el deporte. Descanse en paz, Osvaldo Virgil, una verdadera gloria deportiva.

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