El 23 de septiembre se conmemoró el 68 aniversario del debut de Osvaldo Virgil en las Grandes Ligas, pero lamentablemente fue el último aniversario en el que el legendario beisbolista estuvo presente físicamente. Su fallecimiento a la edad de 92 años deja un gran vacío en el ámbito deportivo nacional, pero su legado perdurará por siempre. Virgil dejó una huella imborrable en el béisbol dominicano y abrió las puertas para que otros jugadores pudieran exhibir su talento en las Grandes Ligas.
El debut de Virgil en las Grandes Ligas se produjo el 23 de septiembre de 1956, y desde entonces recibió numerosos reconocimientos a lo largo de su carrera. Con un promedio de bateo de .231, 14 jonrones y 73 carreras impulsadas en 324 partidos jugados, Virgil demostró ser un jugador talentoso y versátil que dejó una marca en la historia del béisbol. A lo largo de sus 13 temporadas en las Grandes Ligas, jugó para siete equipos diferentes, destacándose por su desempeño en diversas posiciones en el campo.
Además de su destacada carrera como jugador, Virgil también se destacó como preparador en varios equipos de las Grandes Ligas. Pasó 19 temporadas en esta función, trabajando con destacados entrenadores y contribuyendo al desarrollo de futuras estrellas del béisbol. También incursionó como manager de los Padres de San Diego en 1984, convirtiéndose en el primer dominicano en dirigir en las Grandes Ligas de forma interina. Su legado va más allá de su desempeño en el campo, ya que también dejó una huella en la dirección y formación de nuevos talentos.
Tras su fallecimiento, diversas entidades y personalidades ligadas al deporte expresaron su pesar por la pérdida de Osvaldo Virgil. Tanto los Leones del Escogido como las Águilas Cibaeñas lamentaron profundamente su partida, reconociendo su importancia como leyenda del béisbol dominicano. El Comité Olímpico Dominicano destacó que la figura y el legado de Virgil siempre estarán presentes entre los dominicanos, recordando su contribución al deporte nacional. Asimismo, figuras como Luis Abinader, Leonel Fernández y Garibaldy Bautista ofrecieron sus condolencias y destacaron la importancia de Virgil como símbolo del deporte dominicano.
La figura de Osvaldo Virgil seguirá viva en la memoria y el corazón de todos los dominicanos, quienes lo recordarán como un pionero del béisbol en las Grandes Ligas. Su legado perdurará a través de las generaciones de atletas que siguen sus pasos y se inspiran en su carrera exitosa. Virgil abrió las puertas para que otros jugadores dominicanos pudieran triunfar en el mejor béisbol del mundo, dejando una marca imborrable en la historia deportiva de la República Dominicana. Su trayectoria como jugador y preparador seguirá siendo un ejemplo a seguir para las futuras generaciones de deportistas.