El Ministerio Público (MP), la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), el Ministerio de Defensa, la DEA y el Comando Sur de los Estados Unidos han lanzado la Operación Búfalo NK, un esfuerzo a gran escala dirigido a combatir el tráfico de drogas transnacional y el lavado de dinero. Con más de 400 personas, unidades aéreas, marítimas y terrestres, y 47 fiscales, la operación llevó a cabo 37 redadas simultáneas en varias provincias. El objetivo es desmantelar una red de narcotráfico que ha transportado grandes cantidades de drogas desde Colombia y Venezuela hasta Puerto Rico, Estados Unidos y Europa a través de lanchas rápidas y embarcaciones pesqueras. Durante las redadas, se incautaron aproximadamente dos toneladas de cocaína y se detuvo a más de 10 personas, incluidos los líderes Rafael Ynoa Santana (alias El Cojo) e Isidoro Rotestan Clase (alias El Men). Las autoridades revelaron que Ynoa Santana tenía vínculos con Juan Carlos López Macias (alias El Sobrino), una figura clave en una organización internacional de narcotráfico vinculada a grupos criminales colombianos y mexicanos.
La red criminal también estaba involucrada en asesinatos por encargo, extorsión y lavado de dinero. Las investigaciones que llevaron a la Operación Búfalo NK se vieron reforzadas por la cooperación internacional, especialmente con Colombia. Las autoridades continúan procesando pruebas y bienes incautados, con la expectativa de que los procesos judiciales para los detenidos se lleven a cabo en un plazo de 48 horas. Durante estas redadas, las autoridades se enfocaron en desarticular una red de narcotráfico que operaba a gran escala, moviendo drogas desde Colombia y Venezuela hacia Puerto Rico, Estados Unidos y Europa a través de lanchas rápidas y embarcaciones pesqueras. Se realizaron aproximadamente 37 redadas en varias provincias y se detuvo a más de 10 personas, incluidos los líderes de la operación Rafael Ynoa Santana e Isidoro Rotestan Clase.
En total, se incautaron aproximadamente dos toneladas de cocaína durante las redadas, y se reveló que Ynoa Santana tenía conexiones con López Macias, quien fue arrestado durante la Operación “Troya” en Colombia en 2022 y se le acusó de financiar campañas políticas, aunque el presidente colombiano Gustavo Petro negó posteriormente tales afirmaciones. Además del tráfico de drogas, la red criminal estaba involucrada en asesinatos a sueldo, extorsión y lavado de dinero. La investigación que llevó a la Operación Búfalo NK fue posible gracias a la cooperación internacional, especialmente con Colombia. Las autoridades están trabajando en el procesamiento de evidencia y bienes confiscados, con la expectativa de llevar a los detenidos a juicio en un plazo de 48 horas.
La operación también reveló vínculos con organizaciones criminales colombianas y mexicanas, demostrando la complejidad y la amplitud de la red de narcotráfico desmantelada. Se espera que las investigaciones posteriores arrojen más luz sobre los alcances de la operación y sus consecuencias en la lucha contra el tráfico de drogas a nivel internacional. La implicación de altos mandos en la operación se destaca como un golpe significativo a las redes de narcotraficantes que operan en la región, así como un paso importante hacia la desarticulación de organizaciones criminales transnacionales en América Latina. La cooperación internacional y la coordinación entre las diferentes agencias involucradas fueron clave para el éxito de la operación, destacando la importancia de este tipo de esfuerzos colaborativos en la lucha contra el crimen organizado a nivel global.
La incautación de dos toneladas de cocaína y la detención de líderes clave en la red de narcotráfico representan un golpe significativo contra las operaciones ilegales de tráfico de drogas en la región. La Operación Búfalo NK es un ejemplo de cómo la cooperación internacional y la coordinación entre agencias de seguridad pueden desmantelar redes criminales complejas y sofisticadas que operan a nivel transnacional. Las agencias participantes han demostrado su capacidad para trabajar juntas en la lucha contra el crimen organizado, lo que es fundamental en la lucha contra el tráfico de drogas y otras actividades ilícitas. La operación también destaca la importancia de seguir fortaleciendo la cooperación internacional y la coordinación entre países para combatir eficazmente el narcotráfico y otras formas de delincuencia transnacional en la región.