En los últimos días, la ciudad de Nueva York ha sido testigo de un aumento de la violencia, con varios incidentes de personas fallecidas y heridas a causa de balas y armas blancas en el sector del Alto Manhattan, donde la mayoría de los residentes son de origen dominicano. Entre los incidentes reportados se encuentra el asesinato de Johnny Medina a puñaladas en una estación del metro de la línea A, y la posterior detención del agresor, Diego Figueroa, quienes vivían en edificios cercanos en la calle 172.

Además, el pasado domingo se reportó el asesinato a tiros de Alejandro Ramírez y Michael James, de 44 años, en la concurrida calle 207, mientras que un joven presuntamente dominicano resultó gravemente herido. El pistolero, un joven de 16 años, fue capturado dos días después. Otro adolescente dominicano de 17 años fue impactado por varios disparos en el abdomen en la calle 186, y dos hombres de 43 y 54 años resultaron heridos por machetazos en un pleito en el edificio 520 West.

En Brooklyn, un adolescente de 15 años fue herido por una bala cuando un grupo comenzó a disparar afuera de un cementerio en East Flatbush, mientras que en Staten Island, una pelea entre hispanos terminó con un hombre muerto y otro herido a causa de un cuchillo en un supermercado. En Queens, tres hombres fueron cortados en la cara cerca de una estación del metro, y un hombre fue acusado de agarrar salvajemente los glúteos a una mujer de 50 años en la estación de la calle Fulton.

En El Bronx, Alberto Roque, de 16 años, fue asesinado a tiros en la calle 162, y se reportó un fallido atraco en una tienda de tabaco en la avenida Saint Nicholas. Tres bodegueros resultaron heridos en diferentes ubicaciones, uno en El Bronx y otro en Queens, mientras que un hombre de 62 años fue agredido en Queens hasta perder la conciencia. Además, se reportaron dos ataques sexuales en el metro el pasado fin de semana, con los agresores aún prófugos.

La situación de violencia en la ciudad de Nueva York ha generado preocupación entre la comunidad, especialmente en los vecindarios con alta presencia de residentes de origen dominicano como Washington Heights e Inwood. La policía ha estado investigando los diferentes incidentes y realizando detenciones, pero la población sigue sintiendo inseguridad en las calles. Es necesario un esfuerzo conjunto de las autoridades y la comunidad para abordar estos problemas y garantizar la paz y la seguridad de todos los residentes.

Mientras tanto, los casos de violencia continúan multiplicándose en diferentes lugares de la ciudad, con ataques armados, apuñalamientos y agresiones de todo tipo. La población debe estar alerta y tomar medidas para protegerse, evitando situaciones de riesgo y denunciando cualquier actividad sospechosa a las autoridades. Es fundamental trabajar en la prevención del crimen y en la promoción de la convivencia pacífica en la sociedad, para construir un entorno más seguro y tranquilo para todos los habitantes de Nueva York.

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