En Nueva York, una tienda de camisetas reaccionó rápidamente después de un terremoto de magnitud 4.8 que se sintió en la ciudad. El propietario de Big Frog Custom, Kerry Colley, decidió imprimir camisetas con el lema "Sobreviví al terremoto de Nueva York" apenas dos horas después del temblor y las puso a la venta por $10 cada una. En poco tiempo, logró vender 60 unidades. Esta acción refleja cómo los neoyorquinos tomaron a broma el terremoto, que en otros países sería considerado menor, pero en la Gran Manzana fue toda una novedad.
El terremoto en Nueva York se convirtió en tema de memes, con imágenes de "supervivientes" como un cubo de basura volcado o el alcalde Eric Adams dispuesto a enviar 50,000 agentes al epicentro. Incluso el Empire State se sumó a las bromas publicando la frase "I AM FINE" en sus redes sociales, una de las más repetidas en la ciudad. Algunas personas también se burlaron del retraso en las alertas enviadas a los celulares de la población, las cuales llegaron en algunos casos más de una hora después del suceso.
A pesar de ser uno de los mayores sismos en la zona en el último siglo, el terremoto en Nueva York no causó daños significativos ni heridos. El evento se produjo pasadas las 10:00 hora local y duró solo unos segundos. El anterior sismo cerca de la Gran Manzana ocurrió a principios de enero con una magnitud mucho menor, de 1.7, sin dejar daños materiales ni personales. Esta reacción ligera y jocosa de los neoyorquinos refleja la falta de experiencia de la ciudad con eventos sísmicos y su capacidad para encontrar humor incluso en situaciones inesperadas como un terremoto.
Los residentes de la ciudad se tomaron a broma el movimiento telúrico, compartiendo memes y bromas en redes sociales sobre el evento. La rapidez con la que se imprimieron y vendieron las camisetas conmemorativas del terremoto muestra la creatividad y el sentido del humor de los neoyorquinos frente a situaciones inesperadas. Incluso el alcalde Eric Adams fue objeto de parodias en las redes sociales, lo que demuestra cómo la población encuentra formas de aliviar la tensión ante eventos como un terremoto. La falta de daños graves también contribuyó a que la reacción de la ciudad fuera más relajada y cómica que alarmante.
En conclusión, el terremoto en Nueva York, a pesar de su magnitud inusual para la zona, no tuvo consecuencias graves y fue tomado con humor por la población local. La rápida respuesta de la tienda de camisetas y las bromas en redes sociales muestran la capacidad de los neoyorquinos para encontrar el lado cómico incluso en situaciones inesperadas. Esta actitud liviana y jocosa ante un evento sísmico refleja la falta de experiencia de la ciudad en este tipo de situaciones y su capacidad para adaptarse mediante el humor. A pesar de todo, es importante recordar la importancia de estar preparados para futuros eventos naturales y mantener la calma y la precaución en todo momento.