El economista Haivanjoe Ng Cortiñas critica la reforma fiscal propuesta en República Dominicana, la cual busca recaudar 110,000 millones de pesos adicionales para aumentar el gasto público total en el país. Ng Cortiñas sostiene que esta reforma no beneficiará al gasto social, ya que solo asigna una pequeña parte de los nuevos ingresos a la salud pública, mientras se destinan cantidades mucho mayores a la recapitalización del Banco Central y a otros sectores que no contribuyen significativamente a la redistribución del ingreso ni al combate contra la pobreza.
El economista señala que, por ejemplo, los fondos destinados a los ayuntamientos o gobiernos locales representan un monto superior al asignado a la salud pública, a pesar de que estos municipios destinan la mayoría de su presupuesto a gastos corrientes con escaso retorno social. Asimismo, destaca que el dinero destinado a la seguridad ciudadana tampoco impactará positivamente en los sectores de menores ingresos, ya que no aborda la causa principal de la inseguridad: el desempleo y la pobreza.
Ng Cortiñas advierte que la reforma fiscal puede tener un impacto negativo en la economía del país, ya que la presión sobre el sector privado productivo para transferir recursos al gobierno podría resultar en un aumento de los precios. Si la reforma fiscal se implementa de manera regresiva, con impuestos sobre bienes y servicios de consumo, los consumidores podrían enfrentar aumentos de precios que afecten su poder adquisitivo. Por lo tanto, cuestiona la necesidad de esta reforma en un contexto en el que el gobierno prevé un crecimiento económico sostenible y la estabilidad de la inflación.
En resumen, el economista Haivanjoe Ng Cortiñas critica la falta de enfoque en el gasto social en la reforma fiscal propuesta en República Dominicana, destacando que las asignaciones de fondos priorizan otros sectores que no contribuyen significativamente a mejorar las condiciones de vida de los sectores más vulnerables. Además, advierte sobre los posibles efectos negativos en la economía y el poder adquisitivo de los ciudadanos si la reforma se implementa de manera regresiva. En este sentido, cuestiona la necesidad de esta reforma en un contexto de proyecciones positivas para el crecimiento económico y la estabilidad de la inflación en el país.
