Los resultados de las elecciones presidenciales en Panamá dieron como ganador a José Raúl Mulino, quien obtuvo un amplio margen de votos sobre sus competidores. Mulino prometió devolver el dinero a los bolsillos de los panameños y asumió con responsabilidad y humildad su nuevo cargo, tras una campaña llena de obstáculos. Con más del 90% de los votos escrutados, Mulino logró el 34.4% de las papeletas, superando a Ricardo Lombana, Martín Torrijos y Rómulo Roux.
Los adversarios de Mulino reconocieron su derrota y Lombana, quien se postulaba como el candidato contra la corrupción, afirmó que su partido era la principal fuerza de oposición en Panamá. Las encuestas previas ya pronosticaban el triunfo de Mulino, seguido en la mayoría de los casos por Torrijos, Lombana y Roux en un empate técnico. En esta ocasión, la apuesta de Martinelli se hizo realidad, ya que su candidato resultó ganador en las elecciones.
Martinelli, quien se encuentra asilado en la Embajada de Nicaragua debido a su condena por blanqueo de capitales, jugó un papel importante en la campaña de Mulino, visitándolo antes de las elecciones y expresando su apoyo en redes sociales. Mulino, un político con experiencia que fue ministro de Seguridad y de Gobierno durante la administración de Martinelli, prometió volver a los “buenos tiempos” de crecimiento económico en el país.
La Corte Suprema de Justicia de Panamá decidió pocos días antes de las elecciones que la designación de Mulino como candidato no era inconstitucional, a pesar de las críticas recibidas. Mulino asegura que su gobierno seguirá los pasos de Martinelli, quien logró un alto crecimiento económico en Panamá y construyó el primer Metro de Centroamérica. Sin embargo, Mulino también ha sido acusado de corrupción en el pasado.
Mulino ha expresado públicamente su intención de ayudar a Martinelli correctamente, a pesar de que el Gobierno actual le negó un salvoconducto para viajar a Nicaragua. Su campaña se vio marcada por el respaldo de Martinelli y su promesa de devolver la prosperidad económica al país. Con una participación cercana al 77%, las elecciones transcurrieron sin incidentes en Panamá y dieron como resultado la victoria de Mulino como el nuevo presidente de la República de Panamá.
