Una mujer fue condenada a siete años de prisión y a pagar una indemnización de 250.000 euros a su expareja y jefe por cortarle el pene en un bar donde trabajaba. Tras llegar a un acuerdo con la acusación, la mujer aceptó la pena reducida y el pago de la indemnización en un juicio en la Audiencia de Barcelona. Los hechos ocurrieron en mayo de 2021 cuando la víctima visitó uno de los bares que tenía en Sant Andreu de la Barca, donde trabajaba la agresora.

La mujer propuso realizar una felación a la víctima, quien aceptó. Mientras él estaba desprotegido, la acusada aprovechó para cortarle el pene con un cuchillo. Al principio negó los hechos, pero más tarde admitió su responsabilidad, lo que permitió alcanzar un acuerdo con las acusaciones. La víctima sufrió una amputación completa del pene a dos centímetros de la base, y a pesar de intentar reimplantarlo en una cirugía de emergencia, no tuvo éxito.

La víctima explicó que tras rechazar tener relaciones sexuales con la acusada, accedió debido a su actitud cariñosa. Sin embargo, ella lo engañó tapándole los ojos y procedió a la agresión. Desde entonces, la víctima sufre problemas para orinar, dolor constante y la imposibilidad de tener relaciones sexuales. Está a la espera de una prótesis que le ayude a mejorar su calidad de vida. La agresora, por su parte, aceptó la condena de siete años de prisión y el pago de la indemnización como consecuencia de sus acciones.

El juicio se llevó a cabo en la Audiencia de Barcelona, donde la acusada aceptó el acuerdo tras haber estado dos años en prisión provisional. La fiscalía había solicitado diez años de cárcel, pero finalmente se llegó a un consenso. La víctima tuvo que someterse a una operación de emergencia para intentar reimplantar el pene, pero los médicos no pudieron salvar el órgano. A pesar de las secuelas físicas y psicológicas sufridas, la víctima espera mejorar su calidad de vida con una prótesis.

Los hechos causaron conmoción en la localidad barcelonesa de Sant Andreu de la Barca, donde ocurrió la agresión. La víctima se vio gravemente afectada por la amputación de su pene y las consecuencias a largo plazo que ha debido enfrentar. La agresora, por su parte, enfrentará la pena de siete años de cárcel y el pago de una indemnización por las secuelas causadas a la víctima. La aceptación del acuerdo por parte de la acusada pone fin a un proceso judicial que ha dejado huellas imborrables en la vida de ambos involucrados.

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