Ethel Kennedy, viuda del exfiscal general de Estados Unidos Robert F. Kennedy, falleció a los 96 años por complicaciones derivadas de un derrame cerebral. Su nieto Joe Kennedy III anunció su fallecimiento en un comunicado en redes sociales. Ethel deja atrás nueve hijos, 34 nietos y 24 bisnietos, además de numerosos sobrinos. Entre sus hijos se encuentra el político Robert F. Kennedy Jr., que aspiró este año a la Presidencia como independiente, pero acabó respaldando la campaña del exmandatario republicano Donald Trump.

La matriarca de los Kennedy fue una figura central en una familia marcada por la tragedia. Su esposo, Robert F. Kennedy, senador por Nueva York y fiscal general de Estados Unidos, fue asesinado el 6 de junio de 1968 en Los Ángeles mientras hacía campaña por la nominación presidencial del Partido Demócrata. Su asesinato ocurrió menos de cinco años después del magnicidio contra su hermano, el presidente John F. Kennedy, el 22 de noviembre de 1963 en Dallas.

Ethel Kennedy era de religión católica y fue una presencia constante en la vida política y pública de los Estados Unidos. Su legado incluye su activismo social y su dedicación a las causas humanitarias. A lo largo de los años, se convirtió en una figura respetada y admirada en la sociedad estadounidense. Su familia ha sido considerada una de las más importantes en la política del país, con múltiples miembros involucrados en la vida pública y política.

La muerte de Ethel Kennedy ha sido recibida con pesar por parte de familiares, amigos y seguidores de los Kennedy en todo el mundo. Su influencia en la vida política y social de los Estados Unidos ha dejado una huella indeleble en la historia del país. Su legado continuará inspirando a generaciones futuras a seguir luchando por la justicia, la igualdad y los derechos humanos. Su memoria será recordada con cariño y respeto por todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerla y trabajar junto a ella.

La partida de Ethel Kennedy marca el final de una era en la historia de los Kennedy y de la política estadounidense. Su papel como matriarca de la familia fue fundamental en mantener unida a la familia en medio de las adversidades y tragedias que enfrentaron a lo largo de los años. Su legado perdurará en la memoria de quienes la conocieron y en las generaciones venideras que seguirán su ejemplo de servicio público y compromiso con causas nobles. Su ausencia se sentirá profundamente, pero su espíritu y su legado perdurarán en el tiempo como un recordatorio de su impacto duradero en la sociedad.

Ethel Kennedy será recordada como una mujer valiente, compasiva y entregada a su familia y a las causas en las que creía. Su legado trasciende su tiempo en la Tierra y seguirá inspirando a muchos en el camino hacia un mundo mejor y más justo. Su partida deja un vacío en la familia Kennedy y en la sociedad estadounidense, pero su huella perdurará en los corazones y mentes de quienes tuvieron el privilegio de conocerla y ser parte de su vida. Que descanse en paz, Ethel Kennedy, una mujer inolvidable cuyo legado vivirá para siempre.

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