El reconocido productor de cine estadounidense Roger Corman, conocido como "el rey de la serie B", falleció a la edad de 98 años en su casa en Santa Mónica, California. Su familia, compuesta por su esposa Julia y sus hijas Catherine y Mary, anunciaron la triste noticia en su página oficial de Instagram. Se destacó su contribución al cine con cientos de películas de terror, ciencia ficción y crimen de bajo presupuesto que capturaron el espíritu de una era y fueron consideradas revolucionarias e iconoclastas.
Corman, nacido en Detroit en 1926, produjo más de 300 películas y dirigió aproximadamente medio centenar de ellas. Entre sus obras más destacadas se encuentran clásicos como "Un cubo de sangre", "La máscara de la muerte rojo", "Los Ángeles del Infierno", "La carrera de la muerte del año 2000″ y "Grand Theft Auto". A pesar de ser menospreciado por la historia canónica del cine, Corman se convirtió en una figura de culto entre los aficionados, siendo considerado un padrino generoso de incontables talentos.
Diversos cineastas de renombre como Martin Scorsese, Jack Nicholson, Robert De Niro y Francis Ford Coppola colaboraron con Corman en el inicio de sus carreras cinematográficas. A lo largo de su vida, fue reconocido por su influencia en la industria cinematográfica, siendo recordado como uno de los mejores visionarios en la historia del cine. Su legado trasciende las barreras del tiempo y del espacio, dejando una huella imborrable en la memoria de los amantes del séptimo arte.
El mundo del cine se vio conmocionado por la noticia del fallecimiento de Roger Corman, manifestando su pesar y admiración por su trabajo. Figuras como el director español JA Bayona y la productora Gale Ann Hurd elogiaron la contribución de Corman al cine, destacando su importancia en la industria y su influencia en las generaciones posteriores. Asimismo, John Howard Carpenter, colaborador cercano de Corman, lo describió como uno de los directores más influyentes de su vida, que dio forma a su infancia con sus películas de ciencia ficción y la saga de Edgar Allan Poe.
La pérdida de Roger Corman deja un vacío en la industria cinematográfica, siendo recordado como un pionero del cine de género y un referente para las generaciones actuales y futuras de cineastas. Su legado perdurará a lo largo del tiempo, siendo un ejemplo de creatividad, innovación y dedicación en la creación de películas que marcaron un hito en la historia del cine. Su contribución al séptimo arte trasciende las barreras del cine comercial, dejando una huella imborrable en la memoria colectiva de todos aquellos que disfrutaron de sus obras.