El Ministro de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPYD), Pavel Isa Contreras, declaró que la República Dominicana necesita acelerar la transformación del sector agrícola para aumentar la productividad y así garantizar la seguridad alimentaria. En el Encuentro Nacional de Líderes Empresariales del Sector Agrícola organizado por la Junta Agroempresarial Dominicana (JAD), afirmó que es necesario avanzar hacia niveles más altos de seguridad alimentaria y construir resiliencia en el sector.
Destacó que acelerar la transformación implica cambios en la producción, que a su vez implican aumentar la productividad y los rendimientos. Hizo hincapié en que se debe hacer un esfuerzo deliberado para transformar la agricultura, no solo en términos de maquinaria y equipos, sino también en capacitación de las personas involucradas en la producción y gestión de insumos, agua y tierra.
Isa Contreras señaló que la transformación del sector agrícola debe ir acompañada de la gestión y protección del suelo. Destacó la importancia de aprovechar la vocación de los suelos para determinados cultivos y de protegerlos contra la erosión y la contaminación. La gestión del suelo es crucial en el proceso de transformación agrícola, así como el ahorro de agua a través de la tecnificación del riego, especialmente en áreas con estrés hídrico.
En cuanto a la seguridad alimentaria, el Ministro mencionó que es fundamental garantizar la capacidad de producción de alimentos como una cuestión de seguridad nacional. Subrayó la importancia de tener acceso al crédito necesario para la transformación del sector agrícola, especialmente para períodos de producción. También señaló la necesidad de buscar innovaciones que reduzcan la vulnerabilidad externa del país, dado su impacto en los mercados internacionales.
En el contexto actual, donde la preocupación se centra en la seguridad alimentaria y resiliencia del sector agrícola, Pavel Isa Contreras resaltó la importancia de priorizar la seguridad sobre la eficiencia. En un mundo convulso, es crucial garantizar la capacidad de resistir ante posibles contratiempos, lo que implica mayores esfuerzos por fortalecer la capacidad productiva del país y reducir la vulnerabilidad frente a los mercados internacionales.