La empresa canadiense GoldQuest tiene previsto construir una infraestructura para la explotación de metales en Romero, en la provincia de San Juan, lo que podría generar hasta 6,000 empleos directos en sus primeros ocho años de operación, además de empleos indirectos e inducidos debido a su impacto en la economía local. Se espera que el salario promedio en la provincia aumente anualmente si se inicia la fase de construcción y operaciones de la mina, lo que está sujeto a la obtención de un permiso de impacto ambiental. Al finalizar los primeros ocho años de trabajo en el yacimiento, se estima que el salario promedio en la provincia aumentaría considerablemente.
Sin embargo, la provincia de San Juan presenta altos niveles de pobreza y analfabetismo en comparación con el promedio nacional, lo que indica que los residentes locales tendrían un mayor acceso a los empleos durante la fase de construcción de la mina, así como a los empleos indirectos e inducidos que se generen. Se espera que la construcción de carreteras, líneas eléctricas y edificaciones durante la etapa de construcción genere oportunidades de empleo para la población local, que también se verá beneficiada de manera indirecta en sectores como el industrial, de servicios, construcción, agricultura y turismo.
La parte operativa de la mina, que incluye actividades relacionadas con la exploración y extracción de metales, concentra los mayores ingresos del sector minero y requiere un capital humano altamente tecnificado. Los salarios de los trabajadores del sector minero son significativamente más altos que el promedio nacional, lo que refleja la importancia de la industria minera en el desarrollo económico de la región. Se estima que la empresa generará aproximadamente 500 empleos directos en sus primeros ocho años de operación, con salarios que aumentarán progresivamente.
La empresa prevé incentivar la creación de empleos indirectos a través de empresas subcontratadas por la minera, así como de empleos inducidos a través de la demanda de bienes y servicios generada por la actividad minera. Se espera que los salarios de los trabajadores en empleos indirectos e inducidos aumenten a lo largo de los primeros ocho años de la mina. Para ello, se contempla la necesidad de formación técnica en minería para la población local, con alianzas de trabajo con instituciones educativas y centros de capacitación.
La empresa se compromete a invertir en la formación de capital humano local durante el proceso de evaluaciones ambientales, con el objetivo de incluir a la población local en la parte operativa de la mina. Se estima que la empresa se tomará un año y medio en las evaluaciones ambientales, durante el cual también se invertirá en la formación de la población local. Se busca evitar la importación de mano de obra y asegurar que la población local esté capacitada para asumir los puestos directos en la operación de la mina. Con un enfoque en la minería sostenible y las mejores prácticas en la industria, la empresa busca garantizar un impacto positivo en la economía local y en el desarrollo de la región.