La ciudad de Ciudad Juárez, en México, se está enfrentando a altas temperaturas de hasta 44 grados Celsius, lo que ha llevado a migrantes a dejar de acampar en el río Bravo para refugiarse bajo un puente vial cercano a los puntos de cruce irregular. El Gobierno municipal ha expresado su preocupación por el bienestar de los niños migrantes y está tratando de llevarlos a albergues que ofrecen aire acondicionado, camas, baños y comida caliente para protegerlos del clima extremo.
Edwin Goncea Velázquez, un migrante recién llegado desde Venezuela, comentó que las altas temperaturas los obligaron a abandonar el río Bravo, donde no había sombra, para buscar refugio bajo un puente en una vialidad de alta velocidad. Destacó la difícil situación en la que se encuentran los niños migrantes, quienes están enfermándose debido a las condiciones extremas. Pidió a las autoridades que brinden ayuda alimentaria y medicamentos, ya que varios niños están enfermos y no han podido conseguir medicinas en las farmacias locales.
Otro migrante, Santiago González Reyes, director de Derechos Humanos del Municipio de Juárez, mencionó que el albergue municipal tiene un 50% de ocupación y está ofreciendo comida caliente, agua potable y aire acondicionado a los migrantes, especialmente a los niños que se encuentran en mayor riesgo debido a las altas temperaturas. La situación se ha complicado aún más con la noticia de que Estados Unidos limitará el número de asilos otorgados a migrantes que ingresen de manera irregular, lo que ha llevado a un aumento en el cruce ilegal de la frontera en busca de llegar a Estados Unidos.
Desde Venezuela, Daniela Pérez llegó a la ciudad de Ciudad Juárez con sus dos hijos, quienes también han sufrido los efectos del clima extremo. Sus hijos presentan quemaduras solares y problemas en la piel debido a la exposición a altas temperaturas y al constante movimiento en la frontera. La presencia de secuestradores de migrantes y la autoridad en la zona ha dificultado aún más la situación, ya que los migrantes deben huir durante la noche para evitar ser capturados.
Los migrantes han expresado la necesidad de atención médica y apoyo por parte de las autoridades locales, ya que muchos niños se encuentran enfermos y no han tenido acceso a medicamentos. A pesar de la difícil situación, la solidaridad entre los migrantes se ha hecho presente, apoyándose mutuamente para resistir las condiciones extremas. Con la llegada de temperaturas de hasta 44 grados Celsius y la creciente inseguridad en Ciudad Juárez, la comunidad de migrantes está enfrentando desafíos cada vez mayores en su búsqueda de una vida mejor en Estados Unidos.