En el caso del homicidio de dos personas y el intento de asesinato de una tercera durante un enfrentamiento armado por la invasión de un terreno en Santo Domingo, un integrante de la banda criminal "Los Perros de Capelá" fue condenado a 20 años de prisión. Tomás Alberto Pérez recibió la sentencia junto con una indemnización de 2 millones de pesos por su participación en el ataque que resultó en la muerte de dos personas, entre ellas un mayor de la Fuerza Aérea Dominicana, y el intento de asesinato de un tercero. Pérez cumplirá su condena en el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo Hombres.

El tribunal que impuso la condena estuvo presidido por la jueza Elizabeth Esperanza Rodríguez Espinal y los jueces Flor E. Batista Polo y José Leonel Asencio Quezada. Según la investigación del Ministerio Público, el enfrentamiento se desencadenó cuando los hermanos De los Santos Vicioso limpiaban y reparaban los límites de un terreno familiar y destruyeron una construcción improvisada hecha por la banda rival. Varios miembros del grupo liderado por Ángel Emilio Pimentel Escalante, alias Capelá, llegaron al lugar en un carro y abrieron fuego contra las víctimas, exigiendo que abandonaran el terreno.

Durante el tiroteo, un miembro de la banda rival resultó herido por uno de los hermanos De los Santos Vicioso y falleció más tarde en el hospital. En medio de la confrontación, Tomás Alberto Pérez llegó en una motocicleta y disparó a los hermanos heridos en el suelo con el fin de asegurar su muerte. El primo de las víctimas logró escapar con la ayuda de vecinos que los auxiliaron, evitando que también fueran asesinados. El expediente del caso fue instrumentado por los fiscales investigadores Evelyn Peña y Alexis Casado, quienes lograron probar la responsabilidad penal de Pérez por diversos delitos, entre ellos homicidio y asociación de malhechores.

Además de la condena de 20 años de prisión, Tomás Alberto Pérez también fue responsable de violar varios artículos del Código Penal Dominicano relacionados con el homicidio y la asociación de malhechores. También se violaron los artículos de la Ley sobre armas, municiones y materiales relacionados. La condena de Pérez es un ejemplo de la lucha contra la delincuencia y la violencia en Santo Domingo, y una señal de que las autoridades están tomando medidas enérgicas para combatir la actividad criminal en la ciudad. Esperemos que casos como este sirvan como ejemplo de que la justicia prevalecerá ante aquellos que buscan sembrar el terror y la violencia en la sociedad.

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