Más de la mitad de la población mundial vive en países donde la libertad de prensa se encuentra en una situación “muy grave”, según Reporteros sin Fronteras (RSF). En países como China, Rusia, Bangladesh, Pakistán e India, los periodistas arriesgan su vida y libertad debido a la represión y el control de la información. En China, se considera la mayor prisión del mundo para periodistas, con más de 110 entre rejas, mientras que Rusia adoptó nuevas leyes para regular internet y limitar el acceso a información fiable durante las elecciones presidenciales.
En total, 36 países son considerados por RSF como lugares donde la libertad de prensa se encuentra en una situación muy grave, lo que representa un aumento con respecto al año anterior. Por otro lado, solo el 8% de la población mundial vive en países donde la situación es considerada como “buena” o “satisfactoria”, principalmente en Europa, América, Oceanía, Asia y África. En Bangladesh, se ha reportado una gran violencia contra los periodistas durante el período previo a la reelección de la primera ministra, lo que ha generado un clima de terror aprovechado por el régimen.
En Pakistán, se ha reforzado la censura oficial de los medios por los servicios secretos, que han sido acusados de asesinar periodistas con el objetivo de borrar la presencia del partido del antiguo primer ministro Imran Khan en los medios durante la campaña electoral. En India, donde el primer ministro Narendra Modi busca un tercer mandato, se ha registrado un aumento de campañas de desinformación y acoso contra periodistas, así como restricciones de acceso para los periodistas extranjeros. En todos estos países, las elecciones han sido momentos críticos en los que se ha intentado controlar la información y reprimir la libertad de prensa.
En el caso de China, además de ser una prisión para periodistas, el país busca exportar su modelo totalitario de control de la información a otros lugares. En Rusia, las leyes para regular internet y silenciar voces disidentes durante las elecciones presidenciales han generado preocupación. En Bangladesh, la violencia contra los periodistas ha favorecido al régimen durante la reelección de la primera ministra. En Pakistán, la censura oficial de los medios ha sido utilizada para eliminar la presencia mediática del partido de Imran Khan durante las elecciones. Por último, en India se ha observado un aumento de la desinformación y el acoso contra periodistas en un contexto electoral. La situación de la libertad de prensa sigue siendo un desafío en muchos países del mundo, especialmente durante períodos políticamente sensibles.