El estado de Texas aún enfrenta una crisis de suministro eléctrico después del paso del huracán Beryl, que el lunes dejó a más de 2,7 millones de personas sin electricidad. Más de 1,6 millones de hogares continúan sin luz, generando críticas sobre la respuesta del gobierno estatal en medio de una ola de calor extremo. Beryl, ahora un ciclón postropical, ha cobrado la vida de al menos ocho personas, incluida una hispana en Texas, y una en Luisiana, debido a la falta de aire acondicionado en medio de la ola de calor y humedad.

El vicegobernador de Texas, Dan Patrick, ha expresado que muchos texanos se encuentran en una situación miserable sin electricidad. El principal proveedor de energía de Houston y el sur de Texas, CenterPoint Energy, ha señalado que más de 1,3 millones de sus clientes siguen sin suministro. Aún no hay un cronograma específico para restablecer completamente el servicio. Brad Tutunjian, vicepresidente de operaciones y prestación de servicios de la compañía, mencionó que nunca habían enfrentado un incidente de esta magnitud, lo que requiere un monumental esfuerzo para solucionar la situación.

Tanto las autoridades estatales como locales han establecido estaciones de enfriamiento para apoyar a los afectados por la ola de calor. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aprobó una declaración de desastre mayor para algunas zonas de Texas, criticando la respuesta estatal y mencionando retrasos en la distribución de ayuda federal debido a problemas de comunicación con el gobierno local. El alcalde de Houston, John Whitmire, ha participado en conferencias de prensa para informar sobre los esfuerzos de enfriamiento y apoyo a la comunidad.

Las cifras de afectados por la falta de electricidad reflejan la magnitud de la crisis, con millones de hogares sin luz y la preocupación por las altas temperaturas en medio de la ola de calor en Texas. Tras el paso de Beryl, se ha registrado un elevado número de personas fallecidas, lo que ha generado aún más preocupación en las autoridades. La situación actual ha llevado a críticas hacia la respuesta del Gobierno estatal y ha llamado la atención sobre la importancia de contar con planes de contingencia efectivos para enfrentar desastres naturales de esta magnitud.

El trabajo de recuperación y restablecimiento del servicio eléctrico es descrito como monumental por las autoridades de CenterPoint Energy, que se enfrentan por primera vez a un incidente de esta magnitud. La falta de un cronograma claro para la recuperación de la electricidad ha aumentado la incertidumbre entre los afectados, quienes se ven obligados a lidiar con las altas temperaturas sin aire acondicionado. Las estaciones de enfriamiento han sido una medida de alivio para la población afectada, permitiéndoles refugiarse temporalmente del calor extremo.

La declaración de desastre mayor por parte del presidente Biden ha sido una respuesta a la magnitud de la crisis en Texas, donde millones de personas se han visto afectadas por la falta de electricidad. La crítica a la respuesta estatal y los problemas de comunicación entre las autoridades locales y federales han resaltado la importancia de una coordinación efectiva en situaciones de emergencia. La atención se centra en la recuperación de los servicios básicos y en garantizar la seguridad y el bienestar de la población afectada, especialmente en medio de condiciones climáticas extremas.

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