El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha convocado a sus seguidores a una "operación remate" durante la jornada de elecciones presidenciales en las que se busca su reelección. Esta operación consiste en movilizar a los votantes en apoyo a su candidatura, a pesar de que está prohibida la difusión de propaganda y la arenga política. Maduro ha instado a la coalición de partidos políticos que lo respaldan a iniciar esta operación y ha llamado a los beneficiarios de programas sociales a participar en esta movilización, incluyendo a aquellos que reciben alimentos subsidiados por el Gobierno.

En un audio transmitido por la televisión estatal, Maduro ha expresado que esta operación remate tiene como objetivo consolidar la paz y la victoria en las elecciones. Ha dirigido su mensaje a los "combatientes de soberanía y paz" sin especificar a quiénes se refiere, instándolos a participar en la segunda fase de movilización prevista para la tarde. El presidente también ha mencionado la importancia de que los movimientos indígenas y aborígenes de Venezuela participen en el proceso electoral de acuerdo a lo planificado.

Maduro ha destacado la importancia de llevar a cabo un proceso electoral impecable y positivo, sin manchas. Ha expresado su satisfacción por la jornada electoral que se está llevando a cabo en el país, en la que más de 21 millones de personas han sido convocadas a las urnas. A pesar de las críticas y la polémica que rodean a estas elecciones, el presidente se ha mostrado feliz y optimista sobre el desarrollo de los comicios. En este contexto, Maduro se enfrenta a nueve contendientes en la contienda electoral, incluido el abanderado de la oposición mayoritaria, Edmundo González Urrutia.

La convocatoria de Maduro a la operación remate ha generado diversas reacciones y críticas, especialmente por la prohibición de propaganda política durante el día de las elecciones. Partidos políticos de la oposición han denunciado esta acción como una violación a las normativas electorales y un intento de influir en el resultado de los comicios. Además, se ha cuestionado la utilización de los programas sociales del Gobierno para movilizar votantes a favor de la candidatura de Maduro, lo cual ha sido interpretado como un acto de presión indebida en el proceso electoral.

En medio de la controversia y la tensión política que rodea a las elecciones presidenciales en Venezuela, la convocatoria de Maduro a la operación remate ha avivado el debate sobre la transparencia y la legitimidad del proceso electoral. Mientras el presidente se muestra confiado y optimista sobre sus posibilidades de reelección, la oposición y diversos sectores de la sociedad venezolana continúan expresando sus dudas y preocupaciones sobre la imparcialidad y la equidad de las elecciones. El resultado de estos comicios y la reacción de la población ante los mismos determinarán el futuro político y social de Venezuela en los próximos años.

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