El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó ante miles de simpatizantes en Caracas que cuenta con una "nueva mayoría" que lo respaldará en las elecciones del próximo domingo, en las que busca una segunda reelección. Maduro aseguró que el chavismo se mantiene unido y sin fisuras, constituyendo una fuerza que lo respaldará en las urnas. El líder opositor Edmundo González Urrutia es uno de los nueve contendientes que buscará poner fin al mandato de Maduro, quien ha prometido cumplir sus compromisos en caso de ser reelegido.
Maduro también reafirmó su lealtad a su antecesor, el fallecido presidente Hugo Chávez, a quien considera su comandante. El mandatario venezolano aseguró que no se rendirá ante ningún poder y que su lealtad es al pueblo venezolano. Durante su campaña, Maduro ha enfatizado su compromiso de hacer grande a Venezuela y llevarla hacia la prosperidad y el crecimiento, en línea con el socialismo del siglo XXI.
El presidente ha reiterado las promesas lanzadas durante su campaña electoral de 21 días, asegurando que cumplirá cabalmente con ellas en el próximo periodo presidencial en caso de resultar favorecido en las urnas. Maduro ha destacado su determinación de enfrentar los 100 atentados en su contra y su propósito de mantener a Venezuela en el camino del socialismo del siglo XXI. El mandatario busca un tercer mandato en las elecciones del 28 de julio, en medio de una profunda crisis política y económica en el país sudamericano.
La campaña electoral en Venezuela ha estado marcada por la polarización política y la crisis económica que afecta al país, con una inflación descontrolada y escasez de alimentos y medicinas. Maduro ha defendido su gestión y prometido soluciones a los problemas que enfrenta Venezuela, mientras que la oposición ha denunciado un deterioro de las condiciones de vida de los ciudadanos y ha llamado a un cambio de gobierno. Las elecciones del domingo serán un momento crucial para el futuro del país y la estabilidad política en la región.
El liderazgo de Maduro ha sido objeto de críticas internacionales, especialmente por parte de Estados Unidos y países de la Unión Europea, que han denunciado irregularidades en el proceso electoral y han llamado a la celebración de elecciones libres y justas en Venezuela. Maduro ha acusado a la oposición y a la comunidad internacional de intentar desestabilizar su gobierno y ha asegurado que seguirá adelante con su proyecto político, sin importar las presiones externas.
En medio de un clima de tensión y polarización, la celebración de las elecciones en Venezuela será clave para determinar el rumbo del país en los próximos años. Maduro se presenta como un líder fuerte y decidido a mantenerse en el poder, mientras que la oposición busca un cambio de gobierno para hacer frente a la crisis económica y social que vive la nación. La participación ciudadana en los comicios será fundamental para definir el destino de Venezuela y para restablecer la estabilidad política en la región.
