Una madre en Londres fue condenada a siete años y medio de cárcel por mantener a su bebé escondida en un cajón durante tres años sin permitirle ver la luz del sol ni interactuar con otros seres humanos. La pequeña fue encontrada por casualidad en un estado de desnutrición grave por el compañero sentimental de su madre, quien escuchó un sonido similar al de un bebé mientras buscaba el baño en la casa. La niña tenía el paladar hendido y estaba severamente deshidratada cuando fue descubierta.

El trabajador social que atendió a la bebé se mostró conmocionado al verla sentada en un cajón mirándolo fijamente. La madre de la niña le confesó que nadie más había visto a su hija, lo que resultó impactante para el trabajador social. Se reveló que la bebé había nacido en la bañera de la casa en 2020 pero su nacimiento fue mantenido en secreto y no se registró. La madre alimentaba a la niña con cereales disueltos en leche mediante una jeringuilla y la dejaba desatendida durante largos periodos de tiempo.

La pequeña presentaba graves secuelas debido a su situación, ya que no podía gatear, caminar, hablar ni comunicarse de ninguna forma. Además, tenía debilitados los músculos y los pies hinchados, con un retraso significativo en su desarrollo. Según la fiscal del caso, la niña nunca había tenido un regalo de cumpleaños ni de Navidad, ni había interactuado con sus hermanos. Tampoco había estado expuesta a la luz del sol ni al aire fresco, y no respondía a su propio nombre cuando fue encontrada.

El caso ha conmocionado a todo el país y ha generado un gran impacto en la sociedad británica. La madre fue condenada por mantener a su hija en condiciones inhumanas durante años, privándola de su derecho a una infancia normal y saludable. La mujer contó a la policía que no quería que el padre de la niña supiera de su existencia, por lo que la mantuvo oculta en un cajón y la dejó desatendida mientras ella trabajaba y cuidaba de sus otros hijos.

La madre recibió una condena de siete años y medio de cárcel por su cruel acto de mantener a su hija escondida sin permitirle ver la luz del sol ni interactuar con otros seres humanos. La niña sufrió graves secuelas físicas y psicológicas como resultado de su situación, lo que generó indignación en la sociedad. El caso ha sido una advertencia sobre la importancia de proteger los derechos de los niños y garantizarles una infancia segura y saludable. La madre enfrentará las consecuencias legales de sus acciones mientras la pequeña recibe la atención y cuidados necesarios para su recuperación.

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