El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró que a pesar de las perspectivas de una crisis internacional, la economía del país se mantiene equilibrada. A pesar de las turbulencias en el mercado cambiario y la desvalorización del real frente al dólar, Lula destacó que la inflación está controlada, los empleos y salarios están en alza y el desempleo en descenso. El mandatario resaltó que confía en los números positivos de la economía de Brasil.

En los últimos tres meses, el real se ha devaluado un 11% frente al dólar, lo que ha generado presión en los precios. A pesar de esto, Lula afirmó que la economía brasileña se mantiene estable. La inflación interanual se situó en el 4.23% en junio, el nivel más alto en cuatro meses, mientras que el desempleo alcanzó un 6.9%, el número más bajo en nueve años. El PIB de Brasil creció un 2.9% en 2023 y se espera un avance del 2.5% para este año, según el Gobierno.

El presidente brasileño mencionó que la economía del país se encuentra equilibrada a pesar de los efectos del dólar a nivel internacional. Brasil ha sido parte de un escenario de crisis económica global, pero Lula destacó que el país ha sido capaz de mantener su estabilidad económica. A pesar de las dificultades en el mercado cambiario, la inflación controlada y el crecimiento del PIB son señales positivas para la economía brasileña.

Lula da Silva resaltó la importancia de mantener la confianza en la economía brasileña y en las medidas implementadas para mantener la estabilidad. El presidente destacó que los números positivos en términos de empleo, salarios y desempleo demuestran que las políticas económicas del país están dando resultados. A pesar de las dificultades y los desafíos que enfrenta la economía global, Brasil ha logrado mantenerse en pie.

La depreciación del real y la volatilidad en el mercado cambiario han sido desafíos para la economía brasileña en los últimos meses. Sin embargo, el presidente Lula destacó que la inflación se mantiene controlada y los indicadores económicos muestran una tendencia positiva. Brasil se enfrenta a un escenario de incertidumbre a nivel internacional, pero el gobierno confía en que la economía seguirá creciendo y manteniendo su estabilidad en el futuro próximo.

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