Las sesenta principales entidades financieras internacionales continúan financiando proyectos de combustibles fósiles, a pesar de los compromisos adquiridos para reducir las emisiones y combatir el cambio climático. El informe "Banking on Climate Chaos" revela que los 60 mayores bancos del mundo invirtieron 705,000 millones de dólares en empresas relacionadas con combustibles fósiles en 2023, alcanzando un total de 6.9 billones de dólares desde la entrada en vigor del Acuerdo de París en 2016. Los líderes en financiación de combustibles fósiles son JP Morgan, Citigroup y Bank of America, seguidos de bancos asiáticos como Mitsubishi UFJ Financial.

El Santander, uno de los bancos españoles con inversiones en Latinoamérica, se encuentra en la posición 31 de la clasificación, con una inversión total de 79,881 millones de dólares desde 2016 destinados al negocio de los combustibles fósiles. El informe también destaca el crecimiento del sector de gas fósil licuado (GNL), que recibió 121,000 millones de dólares en financiación en 2023. A pesar de que el GNL se vende como un combustible limpio, se trata de un combustible fósil con un impacto en el clima mayor de lo que se pensaba, según estudios recientes.

La financiación de combustibles fósiles por parte de las principales entidades financieras es considerada alarmante por Ecologistas en Acción, ya que va en contra de los esfuerzos globales para combatir el cambio climático. A pesar de los compromisos adquiridos en las Cumbres del Clima, los bancos siguen invirtiendo cantidades significativas en empresas relacionadas con combustibles fósiles. Esto se da en un momento de emergencia climática, donde es necesario reducir las emisiones y transitar hacia una economía más sostenible y limpia.

El informe pone de manifiesto la contradicción entre las inversiones en combustibles fósiles y los objetivos de reducción de emisiones establecidos en el Acuerdo de París. La lista de los 60 principales bancos muestra una gran dependencia de la industria de combustibles fósiles, lo que dificulta la transición hacia fuentes de energía más limpias y renovables. La banca asiática, con grandes intereses en el sector, también figura entre los principales financiadores de proyectos de combustibles fósiles a nivel mundial.

Para combatir la crisis climática, es fundamental que las entidades financieras reconsideren sus inversiones en combustibles fósiles y apoyen activamente la transición hacia fuentes de energía más sostenibles. Reducir la financiación de proyectos que contribuyen al calentamiento global es esencial para cumplir con los compromisos internacionales y mitigar los impactos del cambio climático en el planeta. La presión sobre los bancos y la concienciación pública son clave para lograr un cambio en la política de inversiones y avanzar hacia un futuro más sostenible.

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