Un grupo de expertos independiente creado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha presentado un informe en la Cumbre Mundial de la Salud en Berlín, destacando los fallos en los planes de prevención de pandemias luego de enfrentar 17 brotes epidémicos en lo que va del año. El informe señala que la próxima pandemia no seguirá el mismo camino que la covid-19, por lo que es necesario revisar y actualizar los planes de preparación y respuesta de los países de forma regular, manteniendo la flexibilidad necesaria para adaptarse a diferentes situaciones.

El grupo asesor también destaca la importancia de reconocer la vulnerabilidad del mundo ante diversas amenazas sanitarias, como la falta de confianza entre países, desigualdades económicas y la agricultura intensiva. Identifican nuevos riesgos que van más allá de los factores sanitarios tradicionales, incluyendo la conectividad digital que puede facilitar la rápida propagación de patógenos durante un brote epidémico, pero también aumentar los riesgos de ciberataques, bioseguridad y desinformación.

Entre las recomendaciones a los gobiernos se encuentra la inversión inmediata en sistemas de atención primaria de salud para fortalecer su resistencia y accesibilidad, además de prestar atención a los aspectos que conectan la salud humana, animal y medioambiental. El informe destaca la necesidad de repensar la preparación global ante posibles pandemias, enfatizando la importancia de actuar rápidamente y de manera coordinada para evitar futuras crisis sanitarias.

El informe también subraya la importancia de aprender de la experiencia vivida durante la pandemia de covid-19, pero sin limitarse a utilizar esas lecciones como única referencia para los planes de preparación. Se enfatiza la necesidad de actualizar y adaptar constantemente los planes para garantizar una respuesta efectiva y comprensiva en todo tipo de situaciones.

Los expertos independientes advierten sobre la necesidad de comprender la vulnerabilidad del mundo ante diversas amenazas sanitarias, incluyendo la falta de confianza entre los países, las desigualdades económicas y la agricultura intensiva. Identifican también nuevos riesgos relacionados con la conectividad digital, que pueden tanto facilitar la respuesta rápida ante un brote epidémico como aumentar los riesgos de ciberataques, bioseguridad y desinformación.

En resumen, el informe destaca la importancia de repensar la preparación global ante posibles pandemias, actualizando y adaptando constantemente los planes de preparación y respuesta para garantizar una respuesta efectiva y coordinada en todo tipo de situaciones. Se hace un llamado a los gobiernos para invertir en sistemas de atención primaria de salud, prestar atención a los aspectos que conectan la salud humana, animal y medioambiental, y actuar de manera rápida y coordinada para evitar futuras crisis sanitarias.

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