En una inusual sesión de trabajo en la Cámara de Diputados, se aprobó rápidamente el proyecto del nuevo Código Penal sin leerlo ni estudiarlo, motivados por diferencias ideológicas entre los congresistas y la gestión prolongada del presidente de la Cámara Baja, Alfredo Pacheco. La propuesta de liberar de lectura el proyecto y enviarlo a una comisión especial fue aceptada por mayoría, con 100 votos a favor, 9 en contra y 26 abstenciones, incluyendo a voceros de varios partidos políticos.
El proyecto del Código Penal fue aprobado sin las tres causales que permitirían despenalizar el aborto en casos específicos, a pesar de las protestas de grupos feministas que exigían su inclusión. Las tres causales solicitadas por las manifestantes son la interrupción del embarazo cuando la vida de la madre está en peligro, cuando el feto es inviable o cuando el embarazo es producto de una violación o incesto. A pesar de este reclamo, el presidente de la Cámara de Diputados expresó que el nuevo Código Penal no puede ser detenido y pidió que se apruebe sin obstáculos.
La postura de la mayoría de los congresistas fue favorable a la aprobación rápida del proyecto, aunque hubo algunos legisladores, como Gustavo Sánchez y Rafael Castillo, que rechazaron que el nuevo Código Penal se aprobara sin un análisis detallado. Sánchez propuso que el proyecto sea leído completamente en la sesión para evitar críticas y que los congresistas conozcan las modificaciones realizadas por el Senado, mientras que Castillo pidió que el proyecto se envíe a una comisión especial para un estudio más detenido.
El proyecto aprobado en la Cámara de Diputados en primera lectura fue enviado por el Senado, que realizó modificaciones al texto original que incluyen penas iguales para violaciones sexuales y actividades sexuales no consentidas, así como la inclusión de "cualquier aspecto inherente a la persona" en el delito de discriminación. La aprobación del proyecto en medio de las protestas de grupos feministas en el Congreso Nacional generó controversia y críticas por la rapidez con la que se llevó a cabo la aprobación del Código Penal sin considerar las demandas de inclusión de las tres causales para el aborto en casos especiales.
A pesar de la polémica y las protestas, la mayoría de los diputados votaron a favor de la pieza, incluyendo los voceros de varios partidos políticos y el bufete directivo de la Cámara de Diputados. La aprobación del proyecto sin las tres causales exigidas por grupos feministas refleja las diferencias ideológicas y la presión por la aprobación de un nuevo Código Penal que llevaba cuatro años en discusión en la Cámara Baja. A pesar de la controversia, la decisión de aprobar el proyecto en primera lectura fue respaldada por la mayoría de los congresistas presentes en la sesión.
