La preocupación sobre si algunos hombres estadounidenses son reacios a votar por Kamala Harris porque es mujer ha estado presente desde hace tiempo, pero ahora se habla abiertamente sobre este tema. La vicepresidenta rara vez menciona su género en los eventos de campaña, pero sus simpatizantes están intensificando los esfuerzos para superar el sexismo arraigado a medida que se acercan las elecciones. Obama, en particular, ha insinuado que algunos hombres afroamericanos no están entusiasmados con la idea de tener a una mujer como presidenta, y figuras como el actor Ed O’Neill y el gobernador de Minnesota, Tim Walz, están haciendo llamados directos a los votantes masculinos para apoyar a Harris.
Debbie Walsh, directora del Centro para Mujeres Estadounidenses en la Política de la Universidad Rutgers, señaló que Harris necesita validadores externos, como Obama, para llegar a los votantes que podrían sentirse incómodos con la idea de una mujer como líder. En un mitin en Arizona, un jubilado afroamericano expresó su preocupación por persuadir a los jóvenes negros para que voten por Harris, a pesar de la influencia de Trump en su familia. La desinformación sobre Harris y el historial de menospreciar a las mujeres por parte de Trump también han afectado a su campaña.
La preferencia de Trump por conceder entrevistas en podcasts populares entre hombres jóvenes, así como su enfoque en temas masculinos en la convención republicana, contrasta con la estrategia de Harris. A pesar de ser la primera mujer de color en encabezar la candidatura presidencial de un partido importante, Harris no ha destacado su género como un factor relevante en su campaña. Sin embargo, el equipo de campaña de Harris está consciente de la necesidad de llegar al electorado masculino, abordando cuestiones clave como la economía en lugar de simplemente apelar a la masculinidad.
A pesar de que las encuestas muestran que elegir a una mujer como presidenta no es una prioridad para la mayoría de los votantes, los hombres tienden a apoyar más a Trump, mientras que las mujeres tienden a favorecer a Biden. Aunque las mujeres hispanas tienen una opinión positiva de Harris, los hombres hispanos muestran una división en sus opiniones sobre ambos candidatos. El equipo de campaña de Harris está trabajando para atraer a los hombres con argumentos que aborden sus preocupaciones, como la economía, además de complementar las acciones de destacados simpatizantes masculinos.
El apoyo de Trump entre el electorado masculino, incluidos estadounidenses blancos, hispanos y negros, preocupa al equipo de campaña de Harris. Por esta razón, se está elaborando una estrategia para llegar a los hombres a través de medios y plataformas que les resulten atractivos, como podcasts y eventos deportivos. Aunque la criptomoneda y otras cuestiones relevantes para los hombres son parte de la estrategia, Harris se enfoca en presentar argumentos atractivos para ambos géneros. La campaña de Harris busca equilibrar la lucha contra el sexismo arraigado con el desafío de ganarse el voto de los hombres en las últimas semanas de la contienda electoral.