En la provincia de Dajabón, Haitianos civiles han intensificado la extracción de agregados del río Masacre para vender en pueblos de Juana Méndez y otras áreas de Haití. Cada semana, más de 30 camiones Daihatsu son llenados con arena a diario. Debido a la gran demanda, se han agregado motores de carga de tres ruedas para el traslado y comercialización del material. Esta práctica ha estado ocurriendo durante más de cuatro años sin control alguno.
Los reporteros capturaron el momento en que los haitianos operan para extraer agregados de manera irregular. Civiles entran al río con cubos blancos, los llenan y los ponen en la orilla mientras otros de sus compatriotas, con palas, los montan en camiones y motores de carga para transportarlos fuera del área. El sacerdote y director del Instituto Tecnológico San Ignacio de Loyola de Dajabón, José Rafael Nuñez, alias Chepe, mencionó que la extracción de materiales daña a la población a través de los acueductos que dependen del tributario, el riego de plantaciones agrícolas y el daño ambiental que representa la extracción. Es un problema grave que se está haciendo al medio ambiente y se debe buscar un diálogo entre dominicanos y haitianos para abordar el tema.
José Núñez, el rector del ITESIL, enfatizó que la extracción de materiales de los ríos causa un daño incalculable porque si la arena es retirada del tributario, el agua se agotará. Es importante abordar este asunto para evitar un mayor deterioro de la zona y trabajar en una solución que involucre a ambas partes. El impacto de esta actividad ilegal es negativo para el ecosistema, el suministro de agua y la vida de las personas que dependen de los recursos naturales.
La falta de control y supervisión en la extracción de agregados del río Masacre ha permitido que los haitianos continúen con esta actividad sin consecuencias. Es necesario que las autoridades tomen medidas para detener esta práctica ilegal que está afectando a la comunidad y al medio ambiente en general. El diálogo entre dominicanos y haitianos podría ser la clave para encontrar una solución a este problema y evitar un mayor daño en la región.
La extracción descontrolada de agregados del río Masacre también tiene un impacto en el suministro de agua y el riego de plantaciones, lo que afecta la agricultura y la vida cotidiana de las personas en la zona. Es crucial abordar esta situación de manera urgente y buscar soluciones sostenibles que protejan los recursos naturales y garanticen un uso adecuado de los mismos. La colaboración entre ambas comunidades es esencial para encontrar una solución a largo plazo que beneficie a todos los involucrados y preserve el medio ambiente para las generaciones futuras.