El yacimiento minero Romero en la provincia de San Juan, República Dominicana, ha generado controversia debido a la posible explotación de oro en la zona. Sin embargo, el ingeniero químico y dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Ramón Alburquerque, considera que esta explotación se puede llevar a cabo sin provocar daños al medio ambiente. Según Alburquerque, la minería en Romero sería subterránea, a una profundidad de 150 metros, lo que la diferencia de otras minas en el país. Además, destaca que podría convertirse en el yacimiento de oro más grande de toda América, con aproximadamente tres millones de onzas de oro.

Alburquerque enfatiza que el proyecto de Romero sería el primero de su tipo en la cordillera Central de la República Dominicana, ya que las demás minas se encuentran en la Sierra de Yamasá. El experto también señala que se ha estado difundiendo información falsa sobre la exploración del oro en Romero y que es necesario que las personas con conocimiento en el tema comiencen a hablar al respecto. Según él, en el país solo existen entre seis y ocho proyectos mineros en explotación, por lo que afirma que se puede desarrollar Romero en San Juan sin temor a daños ambientales.

La concesión de la mina Romero está a cargo de la empresa canadiense GoldQuest Mining Corporation, la cual obtuvo la aprobación del Ministerio de Energía y Minas en 2018. Sin embargo, todavía falta la autorización del presidente de la República para iniciar la explotación. Este tema ha cobrado relevancia en el país, ya que se ha puesto en discusión la importancia de obtener una "licencia social" para llevar a cabo este tipo de proyectos, es decir, el apoyo de la comunidad y la garantía de que se respetarán los derechos de los habitantes y se protegerá el medio ambiente.

La posible explotación de la mina Romero ha despertado preocupaciones en diversos sectores de la sociedad dominicana, especialmente en aquellos que defienden la protección del medio ambiente y los recursos naturales. Muchos temen que la minería pueda causar daños irreparables en la zona y afectar la calidad de vida de las comunidades cercanas. Sin embargo, los defensores del proyecto argumentan que se trata de una minería subterránea que se puede llevar a cabo de forma responsable, sin impactos negativos en el entorno.

En medio de esta controversia, es fundamental que se lleve a cabo un debate abierto y transparente sobre la posible explotación de la mina Romero. Es importante que se escuchen todas las opiniones y se analicen detenidamente los posibles beneficios y riesgos de este proyecto. La decisión final debe tomar en cuenta no solo aspectos económicos, sino también sociales y ambientales, garantizando que se cumplan con las normativas y que se protejan los intereses de la población y del ecosistema local. En este sentido, es necesario que se establezca un diálogo constructivo entre todas las partes involucradas para encontrar soluciones sostenibles y equitativas para el desarrollo de la minería en la provincia de San Juan.

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