Las religiones monoteístas, cristianismo, judaísmo e islam, comparten a Abraham como figura central, considerado padre de la fe y modelo de obediencia a Dios. A nivel mundial, el islam cuenta con 1.9 mil millones de fieles, mientras que el judaísmo solo tiene 14 millones de seguidores. A pesar de que el 75% de los 11 millones de habitantes de la República Dominicana se declara cristiano, también hay comunidades judías y musulmanas en el país. En República Dominicana, la religión islámica está representada por la mezquita Masjud Al-Nour y la comunidad Ahmadiyya en Santo Domingo, mientras que el judaísmo cuenta con una sinagoga en el centro de la capital.
La comunidad musulmana en la República Dominicana ha crecido desde finales del siglo XIX y principios del XX, con alrededor de 30,000 a 50,000 musulmanes en el país, incluidos dominicanos, pakistaníes y otros. Tanto la mezquita Masjud Al-Nour en Santo Domingo como la mezquita Noor Al-Din en Santiago de los Caballeros sirven como lugares de aprendizaje, oración y celebración para los fieles. Además, una pequeña comunidad llamada Ahmadiyya busca acercar lo humano a Dios a través de la paz y el amor. Esta comunidad cuenta con aproximadamente 50 fieles y se reúnen en una casa con un centro de información y un archivo de libros sobre el islam.
Por otra parte, la comunidad judía en el país está compuesta por alrededor de 2,500 miembros y cuenta con varias sinagogas, siendo la principal en Santo Domingo con el rabino Shimón como líder. El judaísmo se basa en 13 principios clave, incluida la creencia en un único Dios y la expectativa de la llegada del Mesías. Una parte fundamental de la vida judía es la celebración del Shabat, donde las familias se reúnen para compartir una cena especial. Cada sinagoga está diseñada para ser acogedora y estéticamente agradable, con una división entre hombres y mujeres durante los rezos para favorecer la concentración durante las oraciones.
El rabino Shimón ha desempeñado un papel importante en el crecimiento de la comunidad judía en República Dominicana y ha traído a otros rabinos para colaborar en la atención de la misma. A pesar de no haber sufrido persecuciones en el país, la comunidad judía sigue siendo consciente de la historia del pueblo judío y toma medidas de seguridad. República Dominicana fue el primer país en América en abrir sus puertas formalmente a judíos durante la Segunda Guerra Mundial, brindando recursos para comenzar una nueva vida. Shimón destaca la importancia de la educación de los hijos en la práctica y la identidad judía, asegurando la continuidad de la comunidad en generaciones futuras.
En resumen, las comunidades musulmana y judía en la República Dominicana coexisten pacíficamente con la sociedad dominicana, teniendo como lugares de reunión la mezquita Masjud Al-Nour y la sinagoga en Santo Domingo, respectivamente. A pesar de las diferencias en sus creencias y prácticas religiosas, ambas comunidades encuentran un espacio donde expresar su fe y transmitir sus tradiciones a las generaciones futuras en un ambiente de respeto y apertura hacia otras religiones.