Según un análisis anual del Foro Económico Mundial, se estima que la paridad de género tardará cinco generaciones en lograrse, es decir, alrededor de 134 años. Esto se debe a la lentitud de las mejoras en este ámbito, especialmente después de los retrocesos experimentados durante la pandemia de la covid-19, que afectaron principalmente a las mujeres que tuvieron que dedicarse al cuidado de sus familiares vulnerables. Actualmente, la paridad de género en la fuerza laboral se ha recuperado hasta un 65,7 %, con un incremento del 3,4 % con respecto al periodo de crisis sanitaria.
En general, la paridad de género se sitúa en un 68,5 %, con una mejora casi imperceptible del 0,1 % en comparación con el año anterior. Los países más avanzados en este ámbito son Islandia, Finlandia y Noruega, ocupando los primeros lugares con brechas de género del 93,5 %, 87,7 % y 84,4 % respectivamente. España se encuentra en la décima posición, con una brecha del 79,7 %, más de un 11 % por encima de la media de los países analizados.
A pesar de la recuperación en el indicador laboral desde la pandemia, la mejora en la participación de las mujeres en política ha tenido un impacto positivo en los países observados, ya que es el área donde la disparidad de género es mayor. En el mercado laboral, Latinoamérica y el Caribe han registrado un avance significativo en el último año, con una paridad de género del 74,2 %. En esta región, la participación en el empleo y en los roles profesionales es más equitativa. Además, es la segunda región en el mundo con la mayor tasa de empoderamiento político de las mujeres, después de Europa.
A nivel global, se ha observado que la representación de las mujeres en la fuerza laboral sigue siendo inferior a la de los hombres en cada industria y sector económico. Las mujeres representan el 42 % de la fuerza laboral, pero solo el 31,7 % de los puestos directivos. A pesar de que la presencia de mujeres en áreas como la ingeniería de la inteligencia artificial ha aumentado, la disparidad de género en campos científicos, tecnológicos y matemáticos permanece baja, con solo un 29 % de mujeres ocupando puestos de inicio de carrera.
En resumen, la paridad de género sigue siendo un desafío a nivel global, con estimaciones que sugieren que tomará varias generaciones lograrla. A pesar de los avances en algunos aspectos, como la participación de las mujeres en política y el empoderamiento en Latinoamérica y el Caribe, todavía queda un largo camino por recorrer para lograr la igualdad de género en todos los ámbitos, tanto laboral como social. Es fundamental seguir trabajando en medidas y políticas que fomenten la equidad de género y eliminen las barreras que impiden el pleno desarrollo de las mujeres en la sociedad.