Las madres latinas que trabajan a tiempo completo enfrentan una brecha salarial significativa en comparación con los padres blancos no hispanos en los Estados Unidos. Según un estudio presentado en el Día de la Igualdad Salarial de las Madres, las hispanas ganan prácticamente la mitad de lo que ganan los padres blancos, con un saldo de 51 centavos por cada dólar que ellos ganan. Esta diferencia resulta en una pérdida anual de 39,000 dólares para cada madre latina, lo que afecta negativamente a la educación de sus hijos, ahorros de emergencia y jubilación, entre otras necesidades.

La brecha salarial por maternidad es más pronunciada entre las madres latinas y nativas en comparación con las afroamericanas y blancas. Por ejemplo, las afroamericanas ganan 52 centavos por dólar y las blancas 72 centavos, mientras que las latinas ganan solo 51 centavos. Las asiáticas tienen la menor brecha salarial, con 92 centavos por cada dólar ganado por un padre blanco. La brecha persiste en todos los niveles educativos y en la mayoría de las ocupaciones, lo que afecta la capacidad de las madres latinas para cubrir sus necesidades básicas.

Cuando se incluye a los padres y madres que trabajan a medio tiempo, la brecha salarial se reduce aún más, con las madres latinas ganando solo 41 centavos por cada dólar ganado por los hombres blancos no hispanos. La situación varía drásticamente cuando se analizan los estados individualmente, siendo California el estado con la mayor brecha salarial para las madres latinas, seguido de Nueva Jersey, Maryland y Texas. La disparidad se debe en parte a que los padres blancos suelen ocupar trabajos mejor remunerados, mientras que las madres latinas se ven relegadas a empleos mal pagados en sectores como la limpieza y el cuidado de personas mayores.

La brecha salarial también afecta a las madres latinas con educación universitaria o estudios avanzados, quienes siguen ganando significativamente menos que los padres blancos con el mismo nivel educativo. Por ejemplo, una madre con un título universitario gana 68 centavos por cada dólar que gana un padre blanco no hispano con la misma titulación. Incluso las madres con estudios de postgrado enfrentan una brecha salarial, ganando solo 70 centavos por cada dólar de los padres blancos con educación avanzada. Estos datos muestran que la discriminación afecta a las madres trabajadoras en todos los niveles educativos.

La activista Diana Ramírez, del Centro Nacional de Derecho de la Mujer, destaca la importancia de abordar la brecha salarial y cambiar la mentalidad sobre las madres trabajadoras. NWLC ha estado presionando a los gobiernos estatales y federales para que aprueben proyectos de infraestructura que apoyen a las madres trabajadoras y reduzcan la desigualdad salarial. Ramírez, madre de dos hijos, ha experimentado personalmente las barreras laborales que enfrentan las madres latinas y aboga por medidas que permitan cerrar la brecha salarial y garantizar la igualdad de oportunidades para todas las madres trabajadoras en Estados Unidos.

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