Las cárceles dominicanas enfrentan graves problemas de hacinamiento, con una población carcelaria de 26,396 privados de libertad, superando la capacidad total del sistema penitenciario de 16,564 personas en 49 cárceles. La sobrepoblación alcanza un 59.36 % en términos porcentuales. En algunos casos, como en La Victoria, la situación es aún más crítica, operando a un 224.11 % de su capacidad antes de un incendio que dejó 13 fallecidos y 11 heridos. Otras cárceles como el CPL El Seibo, Santiago Rodríguez y Operaciones Especiales también presentan hacinamiento extremo, superando el 250 % de su capacidad.

El hacinamiento en las cárceles dominicanas tiene un impacto significativo en la salud y condiciones de vida de los internos, obligando a muchos a dormir en el suelo sin colchones. Las condiciones inhumanas descritas en el informe de la Defensa Pública abarcan problemas como la falta de iluminación natural, energía eléctrica, celdas oscuras, estructuras deterioradas, techos en mal estado y falta de drenaje adecuado. A menudo, los internos deben ser asistidos por sus compañeros debido a la falta de apoyo del Estado para casos de enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, VIH/SIDA, tuberculosis, entre otras.

Rodolfo Valentín, director nacional de la Defensa Pública, señala que las condiciones de hacinamiento descritas en el informe de 2022 se mantienen sin cambios hasta la fecha, afectando incluso a los centros penitenciarios del nuevo modelo. A pesar de los esfuerzos por implementar estrategias para reducir el hacinamiento, como la eliminación de la custodia militar y policial, el uso de personal civil y programas educativos, la realidad demuestra que la situación sigue siendo crítica.

En los centros de corrección y rehabilitación del nuevo modelo, como el de Haras Nacionales y Elías Piña, se evidencia un incremento en la población carcelaria por encima de su capacidad. A pesar de los avances logrados en el modelo penitenciario desde el 2004 hasta el 2020, con la reducción del hacinamiento y la implementación de programas educativos y de rehabilitación, la situación actual muestra un colapso en estos logros. Manuel María Mercedes, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, señala que el hacinamiento y otros problemas persisten en el sistema penitenciario.

Es urgente abordar la crisis de hacinamiento en las cárceles dominicanas para garantizar condiciones dignas y respetuosas de los derechos humanos de los internos. El informe de la Defensa Pública destaca la importancia de detener los maltratos físicos y verbales hacia los internos recluidos en los centros penitenciarios, así como implementar medidas efectivas para mejorar las condiciones de vida y reducir el impacto negativo del hacinamiento en la salud y bienestar de los internos. La sobrepoblación carcelaria es un problema sistémico que requiere acciones inmediatas y coordinadas por parte de las autoridades responsables.

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