Las aerolíneas esperan transportar casi 5,000 millones de personas en todo el mundo este año, superando el récord de 2019 antes de la pandemia de Covid-19, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA). También se espera que las empresas generen un beneficio neto mundial de 30,500 millones de dólares en 2024 y una facturación sin precedentes de 996,000 millones de dólares. Estos resultados son considerados un gran éxito dado las enormes pérdidas sufridas durante la pandemia.
La crisis sanitaria provocó grandes pérdidas en el sector del transporte aéreo, estimadas en 183,000 millones de dólares entre 2020 y 2022. Sin embargo, la recuperación postcovid ha sido notable, aunque existen contrastes entre las diferentes regiones. Las líneas domésticas en Estados Unidos y China funcionan bien, a diferencia de Francia y Alemania. Se estima que en 2023 las aerolíneas obtuvieron un beneficio de 27,400 millones de dólares.
A pesar de la recuperación, las compañías aéreas enfrentan costes en aumento. La rentabilidad del sector se estima en un 3% para 2024, con unos beneficios de apenas 6.14 dólares por pasajero. Los costes de las aerolíneas alcanzarán un récord este año, ascendiendo a 936,000 millones de dólares, siendo uno de los principales factores la factura del combustible. Para mantener una rentabilidad duradera, se busca invertir en productos de interés para los clientes y alcanzar la neutralidad de carbono en 2050.
El transporte aéreo emite actualmente menos del 3% del CO2 mundial, pero se considera un problema debido a su impacto ambiental. La Iata apuesta por el uso de combustibles de aviación sostenibles (SAF), operaciones optimizadas y compensaciones de carbono para lograr la neutralidad de carbono en 2050. A pesar de la triplicación de la producción de SAF prevista para este año, estos representarán solo un 0.53% del consumo mundial de combustible del sector del transporte aéreo comercial.
A medida que la producción de combustibles de aviación sostenibles aumenta, se espera que las aerolíneas logren obtener la neutralidad de carbono en 2050. Esta meta requiere esfuerzos a nivel mundial y colaboración entre las empresas aéreas, los gobiernos y otros actores en la industria. La Iata se compromete a seguir trabajando en iniciativas que reduzcan la huella de carbono de la aviación y promuevan un transporte aéreo más sostenible a largo plazo.
