La Unión Europea anunció la adopción provisoria de derechos compensatorios adicionales de hasta el 38 % a empresas chinas fabricantes de vehículos eléctricos, alegando que se benefician de subsidios injustos que representan una amenaza de perjuicio económico para los productores europeos. Estos nuevos aranceles entrarán en vigor a partir del 5 de julio, aunque se busca llegar a una solución definitiva en noviembre tras diálogos con China, quienes han advertido que tomarán medidas de represalia. La Cámara China de Comercio en la UE denunció esta medida como proteccionista, mientras que empresas chinas como NIO y XPeng esperan encontrar una solución a esta controversia comercial.

La Comisión Europea ha señalado que la investigación de nueve meses concluyó que la cadena de valor de los vehículos eléctricos en China se beneficia de subsidios injustos, lo que perjudica a los productores europeos. Por ello, se han adoptado aranceles provisorios que incluyen porcentajes específicos para diferentes empresas chinas, con tasas que oscilan entre el 17.4 % para BYD y el 37.6 % para SAIC. A pesar de las conversaciones comerciales entre China y la UE, la medida se ha aplicado y se espera continuar colaborando en busca de una solución mutuamente aceptable. La UE tiene como objetivo generalizar los vehículos eléctricos y proteger a su industria automovilística, con la prohibición de la venta de automóviles propulsados por combustibles fósiles a partir de 2035.

China ha expresado su descontento con la adopción de estos aranceles, amenazando con tomar represalias en diferentes sectores. En el pasado, China abrió una investigación sobre las importaciones de carne de cerdo, lo que podría tener un impacto en las exportaciones españolas. Las críticas chinas se centran en las investigaciones relacionadas con los subsidios estatales en la tecnología verde, como las turbinas eólicas y los paneles solares. Alemania, como potencia automovilística y socio comercial de China, teme que los aranceles generen represalias y afecten sus actividades en el mercado chino. Volkswagen ha rechazado estos aranceles, advirtiendo sobre los efectos negativos para la industria automotriz europea, especialmente para Alemania.

La industria automovilística europea se ve afectada por la creciente presencia de vehículos eléctricos chinos en el mercado europeo, que ha pasado del 3 % al 22 % en solo tres años. Los modelos de marcas no chinas producidos en China, como Tesla, Mini y Volvo, también están en el punto de mira de la UE. A pesar de las tensiones comerciales y las posibles represalias, se seguirá explorando vías de diálogo y negociación entre China y la UE para encontrar una solución satisfactoria para ambas partes. La adopción de aranceles y medidas compensatorias adicionales busca proteger a los productores europeos y ajustar la competencia en el mercado de vehículos eléctricos.

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