Este domingo, se prevé que el 24% de Cuba experimente cortes de energía eléctrica durante la tarde y la noche, los cuales se atribuyen al aumento de la demanda de energía debido a las altas temperaturas, la falta de combustible para la generación eléctrica, las averías y los mantenimientos en las centrales termoeléctricas. La Unión Eléctrica de Cuba estima un déficit de capacidad de generación de 630 MW, con una demanda máxima de 2,850 MW y una capacidad de generación de 2,220 MW, lo que resultará en una afectación de 700 MW durante el horario pico.

La situación del Sistema Eléctrico Nacional de Cuba es compleja debido a fallos y roturas en las centrales termoeléctricas terrestres obsoletas, la falta de inversiones y mantenimientos, así como la escasez de combustible. Los apagones son endémicos en el país y algunos lugares han experimentado cortes de hasta diez horas diarias en medio de una grave crisis que dura ya tres años. Para combatir la falta de capacidad de generación, el gobierno cubano ha alquilado siete centrales eléctricas flotantes a la empresa turca Karpowership, una solución rápida pero temporal, contaminante y costosa.

Los cortes de energía han sido uno de los disparadores de protestas antigubernamentales en los últimos años en Cuba, incluyendo las del 11 de julio de 2021 y las del 17 de marzo de este año en Santiago de Cuba y otras localidades. Estas protestas reflejan la insatisfacción de la población ante la falta de suministro eléctrico y otros servicios básicos. La falta de capacidad de generación y los apagones continuos son consecuencia de la crisis energética que vive Cuba, afectando la vida diaria de los ciudadanos y generando malestar en la población.

La compañía estatal Unión Eléctrica de Cuba ha señalado que, durante la semana, se han registrado cortes de suministro eléctrico debido al déficit de capacidad de generación, alcanzando niveles críticos de hasta 798, 716 y 450 megavatios en días consecutivos. Además, han identificado averías, mantenimientos y falta de combustible como factores que contribuyen a la interrupción del suministro eléctrico en el país. Estos problemas han llevado a que las unidades generadoras estén fuera de servicio y que las centrales estén operando por debajo de su capacidad, lo que agrava la crisis energética en Cuba.

Ante esta situación, el gobierno cubano ha buscado soluciones temporales como el alquiler de centrales eléctricas flotantes para paliar la falta de capacidad de generación. Sin embargo, estas medidas no son sostenibles a largo plazo y plantean desafíos ambientales y económicos. La población cubana se ve afectada por los constantes cortes de energía, lo que dificulta el desarrollo de sus actividades diarias y afecta su calidad de vida. La crisis energética en Cuba sigue siendo un desafío para el gobierno y la población, que buscan soluciones sostenibles y efectivas para garantizar un suministro eléctrico estable y de calidad en todo el país.

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