El cambio climático está acelerando el deterioro de los océanos, con problemas como el calentamiento del agua, la subida del nivel del mar, la acidificación y la pérdida de biodiversidad, entre otros, según alerta un informe de la Unesco. Este estudio realizado por un centenar de expertos de casi treinta países revela que el ritmo de calentamiento de los océanos se ha duplicado en las últimas dos décadas, lo que es considerado alarmante, ya que las temperaturas oceánicas aumentan de manera constante y sostenida a diferencia de las atmosféricas.
El año 2023 fue especialmente preocupante en términos de aumento de temperatura oceánica, llegando a superar el objetivo establecido por el Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a menos de 2 grados centígrados. Incluso algunas regiones como el Mediterráneo, el Atlántico Tropical y el Océano Meridional ya han superado este límite. El calentamiento del océano también está relacionado con el aumento del nivel del mar, que se ha elevado en nueve centímetros en los últimos treinta años debido a la absorción del calor y la dilatación del agua.
La disminución de la oxigenación del agua en un 2 % desde 1960, la presencia creciente de plásticos en los océanos y la acidificación provocada por la absorción de emisiones de combustibles fósiles son otras amenazas para los ecosistemas marinos. La acidificación afecta a los organismos marinos y los servicios ecosistémicos, poniendo en peligro la biodiversidad, los hábitats y la seguridad alimentaria. Además, el crecimiento de la población mundial y el consumo per cápita de alimentos de origen acuático están ejerciendo una presión adicional sobre los océanos.
Ante esta situación, la comunidad científica aboga por una planificación del espacio marino para gestionar de manera sostenible las actividades humanas que ya han provocado la pérdida del 30 % de los ecosistemas costeros desde 1970. La Unesco advierte que la sobrepesca, la contaminación y otros impactos humanos están amenazando la biodiversidad marina y los servicios ecosistémicos. Más de 120 territorios se han comprometido a implementar medidas para proteger y conservar los ecosistemas marinos, especialmente en África y Oceanía.
En resumen, el cambio climático está teniendo un impacto significativo en los océanos, con el calentamiento del agua, la subida del nivel del mar, la acidificación y otras amenazas que ponen en peligro la biodiversidad marina y los servicios ecosistémicos. Es necesario tomar medidas urgentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y proteger los ecosistemas marinos, a través de una gestión sostenible de las actividades humanas en el océano. La comunidad internacional debe trabajar juntos para abordar estos desafíos y garantizar la salud y la preservación de los océanos para las generaciones futuras.