Julian Assange, fundador de WikiLeaks, ha alcanzado un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos para poner fin a la batalla legal por la filtración de documentos clasificados. Tras ser liberado de prisión en el Reino Unido, Assange ha partido en un vuelo chárter hacia las Islas Marianas del Norte, territorio estadounidense en el océano Pacífico, donde tiene previsto declararse culpable ante un tribunal y ser liberado para regresar a Australia, donde se encuentra su familia.

El acuerdo al que ha llegado Assange implica que se declarará culpable de los delitos relacionados con la filtración de documentos secretos relacionados con la defensa nacional. La Fiscalía pedirá una pena de 62 meses de cárcel, tiempo equivalente al que ya ha cumplido en prisión en el Reino Unido. La comparecencia se realizará en las Islas Marianas debido a la negativa de Assange a viajar al territorio continental de Estados Unidos y a la proximidad del tribunal con Australia.

Julian Assange cofundó WikiLeaks en 2006, una plataforma que se hizo conocida en todo el mundo en 2010 por filtrar documentos secretos relacionados con las guerras de Irak y Afganistán, entre otros temas sensibles. Las filtraciones incluyeron un vídeo que mostraba a soldados estadounidenses disparando contra civiles en Irak en 2007, generando controversia. Assange trabajó con Chelsea Manning, quien filtró parte de la información comprometedora.

Los problemas legales de Assange comenzaron en 2010 cuando fue acusado de violación y abuso en Suecia, cargos que se retiraron en 2019. Posteriormente, se enfrentó a una orden de extradición a Suecia y se refugió en la Embajada de Ecuador en Londres en 2012. Tras ser detenido en 2019, se inició un largo proceso de extradición a Estados Unidos, donde se le acusaba de varios delitos graves relacionados con la filtración de documentos secretos.

Ahora, Julian Assange se dirige a Australia, donde se encuentra su esposa Stella y sus dos hijos pequeños. Stella ha expresado su gratitud por el apoyo recibido durante estos años. El primer ministro australiano, Anthony Albanese, también ha celebrado la noticia del acuerdo entre Assange y las autoridades estadounidenses. Assange espera poder reunirse pronto con su familia luego de haber enfrentado una larga odisea legal que parece estar llegando a su fin.

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