El Gobierno presentó un plan para eficientizar las operaciones de las empresas distribuidoras de electricidad (EDE) en el país con el objetivo de reducir pérdidas para el 2027. Celso Marranzini, presidente del Consejo Unificado de las Empresas Distribuidoras de Electricidad (CUED), indicó que actualmente hay un crecimiento sin precedentes en la demanda de energía en las distribuidoras, lo que ha llevado a sobrecargas en las redes de distribución. Esta situación se ha visto reflejada en el aumento de transformadores de potencia en sobrecarga, así como en las conexiones ilegales que generan averías en los circuitos.
Marranzini señaló que actualmente más de 800 mil usuarios están conectados ilegalmente, lo que se debe a una deficiencia de las propias empresas distribuidoras que no facturan a estos usuarios. Estas conexiones ilegales generan averías en los circuitos de conexiones legales, afectando el servicio para otros usuarios. Para mejorar la situación, se requiere una inversión anual de cerca de 300 millones de dólares en el sector eléctrico para reducir las pérdidas de energía. Se espera poder alcanzar esta meta para el 2025 y 2026 con el apoyo de bancos multilaterales que han destinado 650 millones de dólares para mejorar las redes y sistemas de gestión comercial.
En cuanto a las inversiones realizadas, se destacó el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con 155 millones de dólares para Edesur, el Fondo OPEP con 120 millones de dólares y la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA) con 36 millones de dólares para alumbrado público. También se mencionó la colaboración de otros organismos como el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) y el Banco Mundial. Para el año 2027, la meta del Gobierno es reducir las pérdidas de energía a un 20% en Edenorte y Edesur, y a un 40% en Edeeste, mediante mejoras en la gestión, inversiones en redes y combatir el fraude entre los grandes consumidores.
En términos operativos, se planea realizar compras masivas de transformadores y medidores, eliminar conexiones ilegales, comprar transformadores de potencia e interruptores de circuitos, entre otras acciones. También se buscará mejorar la atención a los clientes y aumentar las inspecciones para evitar fraudes. Para fortalecer la institucionalidad, se propone la creación de un consejo de administración competente, la contratación de personal capacitado y la transparencia en la presentación de resultados mensuales a la población.
En resumen, el plan presentado por el Gobierno busca mejorar la eficiencia en las empresas distribuidoras de electricidad, reducir las pérdidas de energía y combatir las conexiones ilegales que afectan el servicio. Con una inversión anual y el apoyo de bancos multilaterales, se espera lograr la meta de reducir las pérdidas al 2027. Para lograrlo, se implementarán estrategias a corto plazo en áreas administrativas, operativas y de fortalecimiento institucional. Se espera que estas medidas contribuyan a mejorar la calidad del servicio eléctrico en el país.