La producción de uvas de mesa de alto valor genético en la República Dominicana genera miles de empleos directos e indirectos en comunidades de escasos recursos en la línea noroeste y sur del país. Los empresarios internacionales Josep Estiarte y Sebastián Díaz, de la empresa Bloom Fresh Global, destacaron que el sector público y privado están trabajando juntos para sacar a 120,000 personas de la pobreza a través de la producción de uvas de mesa de calidad para mercados exigentes.
En un día de campo organizado por el Ministerio de Agricultura en la estación experimental del Instituto Dominicano de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (Idiaf), el ministro de Agricultura, Limber Cruz, se reunió con empresarios y productores del sector vinícola. En el evento se celebró el inicio de la cosecha de uvas producidas en el país, con la presencia de decenas de productores de uva.
Durante el evento, el productor Arismendy Almonte, del grupo Almonte, compartió que ha iniciado un proyecto de siembra de uvas en Guayubín, provincia de Montecristi, que ha crecido de 180 a 1,000 tareas, generando empleos en la zona. Asistieron también la gobernadora provincial de Peravia, Ángela Báez, el administrador del Banco Agrícola, Fernando Durán, y representantes de diversas instituciones públicas relacionadas con la agricultura.
La producción de uvas de mesa de alto valor genético no solo beneficia a la economía dominicana, sino que también tiene un impacto positivo en las comunidades locales, generando empleo y contribuyendo al desarrollo de zonas de escasos recursos. Los esfuerzos conjuntos entre el sector público y privado buscan impulsar la producción de uvas de calidad para satisfacer la demanda de mercados exigentes.
La atención y apoyo del Ministerio de Agricultura a la producción de uvas en República Dominicana demuestra el compromiso del gobierno con el desarrollo sostenible del sector agrícola. La participación de empresarios internacionales como Josep Estiarte y Sebastián Díaz en iniciativas para mejorar la calidad y productividad de los cultivos de uva muestra el potencial que tiene el país para destacarse en la producción de uvas de mesa de alta calidad.
En conclusión, la producción de uvas de mesa de alto valor genético en República Dominicana se ha convertido en un motor económico importante, generando miles de empleos y mejorando las condiciones de vida de comunidades rurales. El compromiso y la colaboración entre el sector público y privado son clave para impulsar el crecimiento y la competitividad de la industria vitivinícola en el país, contribuyendo al desarrollo sostenible y al bienestar de la población.
