El Gobierno dominicano rechaza las acusaciones de discriminación y xenofobia en las repatriaciones de haitianos indocumentados, asegurando que no hay una política de Estado para maltratar a personas de ninguna nacionalidad. Se destaca que la migración irregular implica una presión económica insostenible en los servicios públicos, como la salud y la educación. Se menciona que República Dominicana ha hecho esfuerzos para que Haití recupere su normalidad, pero no ha recibido respaldo de la comunidad internacional ni del Gobierno haitiano.

El documento ‘Posición dominicana sobre asuntos esenciales de las relaciones con Haití incluyendo la migración’ del Ministerio de Exteriores resalta que el Gobierno dominicano está comprometido con la promoción y protección de los derechos humanos a nivel nacional e internacional, tomando en serio cualquier denuncia relacionada con estos temas. Se destaca que las autoridades haitianas se centran en denunciar las acciones del Gobierno dominicano en lugar de fortalecer los esfuerzos para enfrentar la crisis haitiana y frenar las causas de la emigración desde ese país.

En respuesta a las críticas de Haití sobre las deportaciones masivas y discriminatorias de sus ciudadanos, el Gobierno dominicano reitera que las repatriaciones se realizan dentro del marco regulatorio y son reconocidas como legítimas por el Estado haitiano. Se menciona que las autoridades dominicanas están abiertas al diálogo con Haití, pero insisten en que es necesario priorizar la estabilidad del país y combatir la migración irregular que afecta negativamente a la economía y la estabilidad.

Según fuentes oficiales, los haitianos en República Dominicana superan el medio millón, y en el primer semestre del año se deportó a más de 67.000 extranjeros, la mayoría de ellos haitianos. El Gobierno haitiano ha instado a las autoridades dominicanas a cesar las repatriaciones y respetar los derechos fundamentales de los migrantes, alegando un contexto de xenofobia creciente en el país vecino.

Se destaca el impacto negativo que tiene el crecimiento descontrolado de las migraciones en la economía y la estabilidad de un país, lo que lleva a una presión económica insostenible en los servicios públicos. El Gobierno dominicano afirma que está haciendo lo necesario para garantizar su estabilidad y que continúa comprometido con la promoción y protección de los derechos humanos. Se subraya la importancia de un diálogo constructivo entre ambas naciones para abordar de manera efectiva la situación migratoria y mejorar la gobernanza en el tema.

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